http://buenosairesherald.com/article/132567/of-changes-and-exaggerations
He aquí el texto original, en castellano:
He aquí el texto original, en castellano:
De cambios y exageraciones, el truco y el tero
Con una tenacidad digna de
mejor causa, los grandes diarios argentinos buscan darle brillo a todo lo
negativo que puede haber en la vida política de esta nación. Ahora se trata de
interpretar mañosamente los cambios de gabinete que ha dispuesto la Presidenta.
"Pateó el tablero" es la alusión generalizada, aunque todo lo que
sucedió fue un cambio de ministros como los que se producen en cualquier
gobierno. Cuando a lo que no es dramático se insiste en mostrarlo como
tragedia, y esa insistencia se ejerce de manera casi infantil, en realidad lo
que parecen estar haciendo es delatar la propia impotencia.
CFK decidió dos cambios que
tienen una lógica fácilmente explicable. El Sr. Arturo Puricelli venía siendo
muy cuestionado al frente del Ministerio de Defensa, donde obviamente su
gestión fue gris, y gris oscuro. Echarlo podía ser visto como escandaloso, por
lo que se lo transfirió al Ministerio de Seguridad, donde su ineficiencia acaso
sea balanceada por la fuerte personalidad del viceministro Sergio Berni, habitual
ejecutor de la larga decisión kirchnerista de no reprimir con brutalidad las
protestas sociales.
El ministerio de Defensa
estará ahora en manos del Sr. Agustín Rossi, un político que goza de toda la
confianza de la Presidenta, que lo tuvo todos estos años como jefe de la
bancada de Diputados del oficialismo, y posición desde la cual brindó eficientes
servicios al gobierno.
En cuanto a la Dra. Nilda Garré,
que ha sido una de las más fieles y coherentes acompañantes de la gestión presidencial,
irá a una especie de retiro (quizás sólo temporal) como embajadora ante la OEA,
organismo regional clave que es visible que está jugando un papel cada vez más
esencial en el panorama de la política latinoamericana. Y panorama, hay que
decirlo, en el que los dictados de Washington ya no suenan ni se obedecen mansamente
como hasta hace una década. Y ello, debido a los procesos populares (llamados
peyorativamente "populistas" por sus detractores) que hoy abundan en
nuestro continente.
Lo curioso, una vez más, es
que hay exageraciones periodísticas que o tienen patas cortas, o tapan la vista
del cielo con un dedo. Que viene a ser lo mismo, como sucedió con el Decreto
del Sr. Macri que se conoce como "Decreto Clarín" y que parece
destinado más a propaganda antigubernamental fuera del país que a defender lo
que aquí no está siendo atacado. La Ley de Medios, si se cumpliera ahora mismo,
y cuando se cumpla sin trampas, es más que suficiente para garantizar la
libertad de expresión y además tiene rango de ley nacional. Y no una ley
forzada, cabe recordarlo, sino una que fue aprobada por amplísima mayoría de
votos.
Parece inevitable señalar que
en estos días nuevamente lo importante está debajo de la alfombra, como tantas
veces, mientras por arriba se agitan fantasmas. Faltan menos de dos semanas
para el cierre de las listas de candidatos a las elecciones, vía las primarias
que en nuestro país se llaman PASO, y sin embargo no hay candidatos a la vista.
Salvo unos pocos que ya se lanzaron —los dúos Carrió-Solanas y Donda-Prat Gay
entre los más notables— el resto de los posibles candidatos y futuros legisladores
son una incógnita.
Y puesto que de eso casi no
se habla, la estrategia recuerda la del truco, el tradicional y popularísimo
juego de naipes de este país. Se trata de jamás mostrar las cartas ni la
verdad, ocultar las verdaderas intenciones, guiñar el ojo cada tanto y esquivar
a los contrarios mientras se canta y se grita lo que no es.
O como el tero, el pajarito
que se pretende nacional y que tiene la simpática (y para él vital) costumbre
de cantar en un sitio pero poner sus huevos en otro.
Como en las partidas de
truco y como hace el tero, se diría que muy argentinamente los políticos hoy
parecen esperar a ver primero qué hace el otro. Ni el gobierno ni los radicales
ni los socialistas, ni los peronistas antiK ni el macrismo dicen quiénes serán
los candidatos a votar por la ciudadanía, a menos de dos semanas del cierre de
la oficialización de candidaturas.
Y está bien, es comprensible.
La expectativa de cambios en el país no parece muy alta. Al menos las
estructuras del sistema no se ven en vías de grandes mutaciones, más allá de
los importantes e inocultables avances en materia de inclusión social que
impulsa CFK para horror de sus adversarios. Nada se mueve demasiado debajo de
los fuegos artificiales. Quizás porque la genética de los partidos y tendencias
en la Argentina es muy resistente a cambios y modernizaciones. O acaso porque la
Argentina es, nomás, un país muy conservador en muchos aspectos.
Como sea, y mientras tanto,
algunos medios y programas de tele buscan frenéticamente atribuir enojos de la
jefa de estado contra los Sres. Daniel Scioli o Sergio Massa, cuando es
probable que sus recientes diatribas se hayan dirigido más bien al intendente
porteño, quien sí tiene ese "millón de amigos" y además parece
experto en mirar siempre para otro lado.
Pero ya se sabe, con tal de
fustigar a la Casa Rosada cualquier conjetura se autovalida en los medios. Un
columnista notable escribe una conjetura audaz y maliciosa, la tele lo
reproduce ad infinitum como si fuera noticia o verdad, se lo convierte en trend-topic
frivolizándolo, se confunde y daña al boleo y al próximo domingo se cambia de
tema sin siquiera una disculpa, ni se diga una autocrítica.
Es posible que haya sido por eso que la Presidenta protestó contra la "protección mediática" en favor de algunos dirigentes a los que jamás se cuestiona, casi todos de la oposición e incluso de su partido. Pero la médula de esa frase no es a quién exactamente se refería ella, como salió casi todo el periodismo a especular, sino la actitud facciosa de algunos medios que hoy dirigen a la oposición y que dividen las aguas de acuerdo a intereses no siempre confesados.
Es posible que haya sido por eso que la Presidenta protestó contra la "protección mediática" en favor de algunos dirigentes a los que jamás se cuestiona, casi todos de la oposición e incluso de su partido. Pero la médula de esa frase no es a quién exactamente se refería ella, como salió casi todo el periodismo a especular, sino la actitud facciosa de algunos medios que hoy dirigen a la oposición y que dividen las aguas de acuerdo a intereses no siempre confesados.
En síntesis, podría pensarse
que nada hay nuevo bajo el sol. El truco se juega generalmente bajo una sombra
agradable, y el tero podrá cantar dondequiera, pero a sus huevos los seguirá
depositando en otro lado. •
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