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domingo, 2 de junio de 2013

De cambios y exageraciones, el truco y el tero

Mi artículo de hoy domingo en el diario The Buenos Aires Herald...


De cambios y exageraciones, el truco y el tero

Con una tenacidad digna de mejor causa, los grandes diarios argentinos buscan darle brillo a todo lo negativo que puede haber en la vida política de esta nación. Ahora se trata de interpretar mañosamente los cambios de gabinete que ha dispuesto la Presidenta. "Pateó el tablero" es la alusión generalizada, aunque todo lo que sucedió fue un cambio de ministros como los que se producen en cualquier gobierno. Cuando a lo que no es dramático se insiste en mostrarlo como tragedia, y esa insistencia se ejerce de manera casi infantil, en realidad lo que parecen estar haciendo es delatar la propia impotencia.

CFK decidió dos cambios que tienen una lógica fácilmente explicable. El Sr. Arturo Puricelli venía siendo muy cuestionado al frente del Ministerio de Defensa, donde obviamente su gestión fue gris, y gris oscuro. Echarlo podía ser visto como escandaloso, por lo que se lo transfirió al Ministerio de Seguridad, donde su ineficiencia acaso sea balanceada por la fuerte personalidad del viceministro Sergio Berni, habitual ejecutor de la larga decisión kirchnerista de no reprimir con brutalidad las protestas sociales.

El ministerio de Defensa estará ahora en manos del Sr. Agustín Rossi, un político que goza de toda la confianza de la Presidenta, que lo tuvo todos estos años como jefe de la bancada de Diputados del oficialismo, y posición desde la cual brindó eficientes servicios al gobierno.

En cuanto a la Dra. Nilda Garré, que ha sido una de las más fieles y coherentes acompañantes de la gestión presidencial, irá a una especie de retiro (quizás sólo temporal) como embajadora ante la OEA, organismo regional clave que es visible que está jugando un papel cada vez más esencial en el panorama de la política latinoamericana. Y panorama, hay que decirlo, en el que los dictados de Washington ya no suenan ni se obedecen mansamente como hasta hace una década. Y ello, debido a los procesos populares (llamados peyorativamente "populistas" por sus detractores) que hoy abundan en nuestro continente.

Lo curioso, una vez más, es que hay exageraciones periodísticas que o tienen patas cortas, o tapan la vista del cielo con un dedo. Que viene a ser lo mismo, como sucedió con el Decreto del Sr. Macri que se conoce como "Decreto Clarín" y que parece destinado más a propaganda antigubernamental fuera del país que a defender lo que aquí no está siendo atacado. La Ley de Medios, si se cumpliera ahora mismo, y cuando se cumpla sin trampas, es más que suficiente para garantizar la libertad de expresión y además tiene rango de ley nacional. Y no una ley forzada, cabe recordarlo, sino una que fue aprobada por amplísima mayoría de votos.

Parece inevitable señalar que en estos días nuevamente lo importante está debajo de la alfombra, como tantas veces, mientras por arriba se agitan fantasmas. Faltan menos de dos semanas para el cierre de las listas de candidatos a las elecciones, vía las primarias que en nuestro país se llaman PASO, y sin embargo no hay candidatos a la vista. Salvo unos pocos que ya se lanzaron —los dúos Carrió-Solanas y Donda-Prat Gay entre los más notables— el resto de los posibles candidatos y futuros legisladores son una incógnita.

Y puesto que de eso casi no se habla, la estrategia recuerda la del truco, el tradicional y popularísimo juego de naipes de este país. Se trata de jamás mostrar las cartas ni la verdad, ocultar las verdaderas intenciones, guiñar el ojo cada tanto y esquivar a los contrarios mientras se canta y se grita lo que no es.

O como el tero, el pajarito que se pretende nacional y que tiene la simpática (y para él vital) costumbre de cantar en un sitio pero poner sus huevos en otro.

Como en las partidas de truco y como hace el tero, se diría que muy argentinamente los políticos hoy parecen esperar a ver primero qué hace el otro. Ni el gobierno ni los radicales ni los socialistas, ni los peronistas antiK ni el macrismo dicen quiénes serán los candidatos a votar por la ciudadanía, a menos de dos semanas del cierre de la oficialización de candidaturas.

Y está bien, es comprensible. La expectativa de cambios en el país no parece muy alta. Al menos las estructuras del sistema no se ven en vías de grandes mutaciones, más allá de los importantes e inocultables avances en materia de inclusión social que impulsa CFK para horror de sus adversarios. Nada se mueve demasiado debajo de los fuegos artificiales. Quizás porque la genética de los partidos y tendencias en la Argentina es muy resistente a cambios y modernizaciones. O acaso porque la Argentina es, nomás, un país muy conservador en muchos aspectos.

Como sea, y mientras tanto, algunos medios y programas de tele buscan frenéticamente atribuir enojos de la jefa de estado contra los Sres. Daniel Scioli o Sergio Massa, cuando es probable que sus recientes diatribas se hayan dirigido más bien al intendente porteño, quien sí tiene ese "millón de amigos" y además parece experto en mirar siempre para otro lado.

Pero ya se sabe, con tal de fustigar a la Casa Rosada cualquier conjetura se autovalida en los medios. Un columnista notable escribe una conjetura audaz y maliciosa, la tele lo reproduce ad infinitum como si fuera noticia o verdad, se lo convierte en trend-topic frivolizándolo, se confunde y daña al boleo y al próximo domingo se cambia de tema sin siquiera una disculpa, ni se diga una autocrítica.

Es posible que haya sido por eso que la Presidenta protestó contra la "protección mediática" en favor de algunos dirigentes a los que jamás se cuestiona, casi todos de la oposición e incluso de su partido. Pero la médula de esa frase no es a quién exactamente se refería ella, como salió casi todo el periodismo a especular, sino la actitud facciosa de algunos medios que hoy dirigen a la oposición y que dividen las aguas de acuerdo a intereses no siempre confesados.

En síntesis, podría pensarse que nada hay nuevo bajo el sol. El truco se juega generalmente bajo una sombra agradable, y el tero podrá cantar dondequiera, pero a sus huevos los seguirá depositando en otro lado. •

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