Mi artículo, el viernes 27, en el diario Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-267015-2015-02-27.html
Y hoy, 1º de Marzo, en el diario The BUENOS AIRES HERALD:
http://buenosairesherald.com/article/183201/judge-rafecas-mr-sharp-and-megameddling
Aviso por los comentarios
AVISO: Es probable que en algunas redes sociales existan cuentas, muros o perfiles a mi nombre. NADA DE ESO ES VERDADERO.
Las únicas 2 (dos) vías de sociabilidad virtual que manejo son este blog y mi página en FB. Ninguna otra cuenta, muro o perfil —en Facebook, Twitter o donde sea— me representa. Por lo tanto, no me hago cargo de lo que ahí puedan decir o escribir personas inescrupulosas.
viernes, 27 de febrero de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
La Marcha del 18 y el extravío de los vocablos
Mi artículo de hoy domingo en el Buenos Aires Herald:
http://buenosairesherald.com/article/182598/18f-march-and-fine-words-gone-astray
Y en castellano en el diario Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266692-2015-02-23.html
http://buenosairesherald.com/article/182598/18f-march-and-fine-words-gone-astray
Y en castellano en el diario Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266692-2015-02-23.html
La marcha del 18 y el extravío de los vocablos
La marcha del 18 fue numerosa.
Se pueden discutir el oportunismo de unos cuantos fiscales deslucidos y el de
sus mandantes. También el de políticos y dirigentes que debieron meter violín
en bolsa y enhorabuena. Pero lo que más llamó la atención fue la impresionante
marea de personas muy mayores —hubo poquísimos jóvenes— y el extravío de los
vocablos pronunciados.
Todo por el desdichado Alberto
Nisman, un fiscal poco brillante en vida, que tuvo en sus manos un asunto que
no quiso, no supo o no pudo llevar adelante, paralizando la causa judicial más
trascendente que tuvo este país. Que ya venía empiojada por el juez Juan José
Galeano, expulsado del paraíso judicial después de 10 años de arruinarla. Los
siguientes 10 años estuvieron en manos del pobre Nisman, que acabó suicidándose
acaso por miedo, amenazas, vergüenza o desesperación, o bien lo asesinaron al
estilo Jean Reno en la memorable "El profesional" de Luc Besson,
curiosamente filmada en el mismo aciago año 1994.
Dizque la marcha era "en
homenaje" a este joven abogado judío al que todos los sobrevivientes y
parientes de víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, casi
sin excepción, repudiaron una y otra vez acusándolo de congelar las
investigaciones. Pero no se hacen homenajes desde el odio y el resentimiento.
Las consignas eran todas representativas
del odio artero, frío y calculado que han sabido inocular los verdaderos
convocantes, o sea los multimedios antidemocráticos. Las repitieron
sistemáticamente los miles de marchantes, por lo menos un cuarto de millón de
personas, lo que no es desdeñable y sí es, guste o disguste, un número
impactante. Que motiva esta reflexión.
Porque lo que más se
reclamó fue "Justicia", y uno se pregunta entonces a qué se referían.
Porque la enorme mayoría de los marchantes comparte los frenos y el boicot a
toda renovación y democratización de la Justicia en la Argentina. Se opusieron
a las seis leyes sancionadas por el Congreso, mantienen estructuras y estilos
del Siglo XIX, boicotean la integración de la Corte Suprema de Justicia (que de
siete miembros pasó a sólo cuatro, y dos de ellos cada vez más cuestionados: el
casi centenario Fayt y el gelatinoso presidente Lorenzetti). Y así han logrado
que la administración judicial argentina sea, hoy, ineficiente, lerda,
clasista, acomodaticia, formalista y seguramente más corrupta que nunca antes.
Bueno, lo que más se pedía en la marcha era "Justicia". ¿Cuál?
Otra consigna que repetían
los manifestantes —la mayoría gente bien, gente de pro como se decía antes a
las personas tranquilas y cumplidoras, ahora furiosas y apenas contenidas— era
"Basta de impunidad". Curiosa, inexplicablemente se lo reclamaban al
gobierno que ha impulsado consistentemente más de 1.000 juicios por causas de
lesa humanidad, quebrando así la impunidad de que gozaban miles de militares, policías,
empresarios y sacerdotes. Y que llevó a la cárcel a Videla, Massera, Menéndez y
centenares de genocidas y apropiadores del autodenominado "Proceso".
Bueno, lo otro que más se reclamaba en la marcha era acabar con la
"impunidad".¿Cuál?
Casi todos acusan al
gobierno nacional —como hoy es moda—de ser "una Dictadura" y
reclamaban por la "Libertad de Expresión". Curiosísimo era ver tal protesta
antidictatorial en una manifestación multitudinaria en la que no había peligro
alguno de represión, y con todos marchando en ejercicio de una libertad de
expresión absoluta, como jamás antes disfrutó generación alguna en este país. Y
otro epíteto a la moda también acusatorio era "Régimen". ¿Cuál
Dictadura, cuál Régimen, cuál Libertad de Expresión?
Y por supuesto, la "Corrupción"
como cereza en la crema. Se resisten a los cambios en la SIDE, ese paraíso del
espionaje, el secreto y la mentira, formas corruptas por esencia. En las redes
sociales y en los viles comentarios de los odiadores de pasquines, y en Féisbuc
y en el viscoso Tuíter, utilizaron, antes y después de la marcha, el vocablo
"corrupción" hasta el hartazgo. Como si fueran, tan luego ellos,
Cruzados de la Transparencia Republicana. Habría que ver cuántos marchantes,
cuántos jueces y fiscales, cuántos presidenciables y cuántos dirigentes
políticos y sindicales del 18 tienen los calzones y las cuentas limpias, ya no
hablemos de sus conciencias, que muchos capaz que ni la tienen. Así es la
lógica del corrupto, como nos enseñaban de niños: para el corrupto y el ladrón,
todos son de su condición.
Pero ahora hacen de ese vocablo,
bandera. Con la que llenan de sospechas a la ciudadanía decente, y sobre todo a
los que no somos kirchneristas tiempo completo ni mucho menos soldados K.
Vuelan acusaciones de acomodos y supuestas dádivas, de prebendas y salarios ocultos
del poder. Nos tocan diariamente esas infamias y tenemos que andar
esclareciendo las cosas incluso ante amigos y colegas que hoy pisan otras
veredas. Y ante quienes debemos humillarnos para aclararles que ningún centavo
de nuestras casas se originó jamás en otra fuente que el trabajo. Y además
tienen las entendederas cortas. No pueden comprender que lo que uno dice y
escribe es lo que uno piensa.
Hace dos semanas escribí
que el Sr.Stiuso iba a mentir, incluso por profesionalismo. Miren sus
declaraciones ante la Fiscal Fein: cuatro páginas para no decir nada de 42 años
de servicio y 20 de ellos ensuciando la causa AMIA e incluso al pobre Nisman.
Insustancial y evasivo, típico nosabe-nocontesta, también en la fiscalía habló
en secreto y se fue del país de inmediato. De esa corrupción, en la marcha no
se escuchó ni un suspiro.
Lo más descorazonador es
que esas buenas almas no se dan cuenta de sus nobles preocupaciones
confundidas, y así se preparan para votar en Octubre a Massa, Macri, Binner,
Sanz o Cobos, a quienes no se les cae una palabra de lo que van a hacer si
llegan—Dios no lo quiera— a ser presidentes de esta nación.
No hablan de sus planes
económicos. No dicen que van a recortar empleos y bajar salarios y jubilaciones
como hicieron Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy cuando rebajaron el 13%.
No dicen que van a volver a privatizar y tercerizar y malvender el patrimonio
nacional dejando en la calle a millones de argentinos. Y no se avergüenzan
cuando dicen, como Macri, que hay que pagar todo y ya a los fondos buitres.
Y es que decir las
palabras significantes sería para ellos sinceridio político. Por eso siguen
mintiendo. Corrompiendo las palabras. Mientras organizan, de la mano de sus
marionetistas, otras marchas dizque republicanas. Las que todavía veremos.•
miércoles, 18 de febrero de 2015
LECTURARIO # 35. Noguera, Fogwill, Garcés, Lojo
• Quiero rendir un homenaje a
Carlos Noguera (1943-2015), novelista, editor y amigo que acaba de fallecer en
Caracas, siendo presidente de la Editorial Monte Avila, la más importante de
Venezuela desde hace décadas.
De su obra dijo Judit Gerendas, que es la académica más
reconocida del hermano país: "En la literatura venezolana
existen muchas líneas, muchas divergencias, una heterogeneidad inevitable y necesaria, una riqueza valiosa. Hay en
esta literatura nostalgia y desarraigo, humor e ironía, y subversión y
cuestionamiento de los valores (...) Una de las novelas más interesantes que se
han publicado en Venezuela en la década del noventa, "Juegos bajo la luna",
de Carlos Noguera (...) renueva significativamente a la narrativa venezolana
actual. En la fluidez y el desparpajo de este texto se materializa el don de
narrar de un escritor maduro, capaz de hacernos sentir su propio placer de
contar (...) Se trata de la historia de unos adolescentes cuyo devenir vital no
se observa con una mirada transida de nostalgia; todo lo contrario, se ha producido
un espacio para permitir desplegarse el humor juvenil de los personajes, su
espíritu de guasa, material tratado por el narrador con un humor a la vez agudo
e intelectual y, al mismo tiempo, cargado de ternura y de una suave ironía
(...) A partir de la constante universal que caracteriza a los adolescentes, a
saber, el intenso deseo de pertenecer a un grupo en el que se postula como uno
de los valores más altos el de la amistad, tiene lugar el transcurrir vital de
estos muchachos caraqueños, para quienes el sentimiento fraterno constituye el
espíritu dominante. Representan a un sector de la juventud (... que) más que
objetivos políticos o éticos, se propone el fin estético y cultural de combatir
la cursilería".
Carlos
Noguera fue el introductor de mi obra en Venezuela. Editó para Monte Avila mi
libro de cuentos más popular, titulado "Luminoso amarillo y otros
cuentos", y también mi novela "Santo Oficio de la Memoria" en
una edición preciosa y de notable circulación. Hace unos años me visitó en
Resistencia, donde todavía algunos recuerdan su brillante exposición en el Foro
Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura. Que esté bien en el viaje
que ha emprendido.
• Leo, después de años de resistirme,
"Muchacha Punk", de Rodolfo Enrique Fogwill (1941-2010). Una buena nouvelle, que resiste airosa el paso del
tiempo y para mí es mejor incluso que su más conocida "Los
Pichiciegos". La resistencia que declaro, por cierto, obedece a
comentarios públicos muy desagradables que él me dispensó hace años. No entro
en detalles ahora por pura discreción. Sólo diré que siempre lo consideré un
escritor muy interesante por encima de sus groserías y su desesperada necesidad
de sobresalir construyendo su propio mito. Esas cosas, en literatura, sólo
empequeñecen. (Mini letras, Kliczkowski, España).
* Leo también "Hacete
hombre", del joven y talentoso Gonzalo Garcés (1974). Un texto que desde
lo narrativo remite a lo autobiográfico, en onda psicoanálisis y parricidio, con
buen humor y elegante escritura. No es un libro para todo el mundo, ni es lo
mejor de GG, quien fue precoz autor de una interesante novela, "Los impacientes",
que en 2000 o 2001 recibió el Premo Biblioteca Breve en España. Pero quizás este
libro, como suele sucedernos a muchos, corresponde a una etapa de la vida de
este narrador. Del que mucho se hablará todavía. O al menos yo lo leí desde esa
perspectiva. (Marea Editorial).
• "Todos éramos
hijos" es el título de la última novela de la notable y prolífica
narradora María Rosa Lojo (1954). Además académica y periodista, en mi opinión es
autora de una de las mejores novelas históricas de la Argentina contemporánea:
"La pasión de los nómades" (creo que de 1997 o 98) en la que narra a un
Lucio V. Mansilla maravilloso, en un texto que dialoga con inteligencia, saber
y sabor con "Una excursión a los Indios Ranqueles".
Hay otros libros de Lojo que también aprecio mucho, como
las narraciones breves de "Historias ocultas de la Recoleta" y la
conmovedora novela "Finisterre" (2005) sobre la inmigración gallega a
nuestro país. Por eso Lojo, precisamente de familia gallega y ya multipremiada
por su sólida obra literaria, junto con Rodolfo Alonso representa lo mejor de
la cultura gallega arribada a estas tierras. Y ahora aparece nuevamente esa
"galleguidad" —si me permiten el neologismo— en esta novela
"Todos éramos hijos". Una historia que no me deslumbró como otras de
esta autora, quizás porque narra segmentos de la vida nacional que yo conozco y
he vivido: la tragedia de una generación idealista, pletórica de jóvenes que
protagonizaron los años 70, en este caso (este texto) desde una perspectiva de
lo que se llamó la Teología de la Liberación. La novela sigue a Frik, una chica
de férrea y clásica educación católica de comienzos de los 70, en su derrotero
de amistades, amor, lecturas, teatro y sueños en el paso de la débil democracia
previa al golpe de estado de marzo de 1976 a la feroz dictadura criminal que
siguió. Un libro que recomiendo sin dudas para jóvenes lectores/as, sí que
también lleno de piedad y comprensión pero no por ello complacencia. Un libro
que conmoverá a más de uno/a, y que prologan Adolfo Pérez Esquival y Graciela
Fernández Meijide. (Sudamericana).
domingo, 15 de febrero de 2015
EN CARNAVAL, EL CIRCO Y LA CONSTITUCION
Mi artículo de hoy Domingo en The Buenos Aires Herald:
http://buenosairesherald.com/article/182040/carnival-circus-and-the-constitution
Y la versión en Castellano, en Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266248-2015-02-16.html
Lo importante es la enorme repercusión en la prensa mundial, que no ha dicho una palabra sobre el absurdo jurídico que es saltarse un mandato constitucional absoluto: ningún presidente puede ser llevado a los tribunales porque gozan de lo que antiguamente se llamaba inmunidad mayestática. En cambio, sí se los puede llevar a Juicio Político, único modo de destituirlos. Esto es así en la Constitución Argentina, como la de los Estados Unidos y de una larga lista de países.
http://buenosairesherald.com/article/182040/carnival-circus-and-the-constitution
Y la versión en Castellano, en Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266248-2015-02-16.html
En Carnaval, el Circo y la Constitución
En un manifiesto publicado esta semana con el gran dramaturgo nacional Tito
Cossa a la cabeza, algunos ciudadanos sostuvimos una posición diferente ante la convocatoria de cinco fiscales porteños
a marchar el próximo 18 en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman.
El oportunismo político opositor y mediático que
rápidamente se montó sobre la idea (o la tuvo, quién sabe, pues quizá los cinco
fiscales sólo fueron ejecutores) exigía una respuesta que vastos sectores de la
sociedad parecían esperar. Y así, sin alharacas y con absoluta discreción, se
propuso manifestarse
en favor de algo superior como es el estricto cumplimiento de la
Constitución Nacional.
El llamado incluyó asumir el compromiso de cuidar la salud de
la Democracia, el saneamiento profundo de la Justicia, el respeto
irrestricto de los Derechos Humanos y el imperio de la Paz en la
República. La respuesta fue asombrosa: en 72 horas decenas de miles de
adhesiones provenientes de todo el país inundaron de emailes, llamados y
simpatías las redes sociales, y los envíos no se detienen.
El golpe de estado, pensamos muchos, de todos
modos está en marcha. De ahí el temor a que pueda haber provocaciones y
desmanes el 18F. De ahí, también, la firme condena a toda forma
de violencia, incluso la que se incita desde el terrorismo periodístico y
televisivo imperante, que impulsa y estimula alocadamente a un minúsculo grupo
de fiscales —desprestigiados casi todos, algunos con probados lazos con la
dictadura y uno con el narcopoder— a seguir esmerilando las instituciones
republicanas, ya muy dañadas luego de la frustrada "denuncia" del
malogrado fiscal Nisman.
Todo indica que la anunciada marcha del 18F será numerosa,
porque recogerá descontentos de todo tipo y en particular de las clases medias
porteñas. A esa convocatoria se sumó, veloz y oportunista, toda la dirigencia política y
sindical experta en violencias verbales y en servir a veces con más eficiencia a
gobiernos e intereses extranjeros.
Sus furias tienen que ver con las frustraciones que les producen algunas
conquistas sociales y laborales logradas en estos años. De hecho se fastidian ante
cualquier cambio, por el temor a perder privilegios y oportunidades de negocios
especulativos fáciles y rápidos. Y los molesta —estéticamente—la inclusión
social y la tendencia al igualitarismo que es típica de todo gobierno
peronista. Ni se diga de la defensa del patrimonio público, la
independencia económica y la soberanía política, símbolos del actual
gobierno.
El cual, es obvio, ofrece claroscuros y metidas de pata como ciertos
excesos verbales de la Presidenta, la desdichada rotura de un diario por el
Jefe de Gabinete y algunas defensas corporativas de funcionarios de dudosa
moral. Pero en lo sustancial no se desvía de sus objetivos y viene cambiando
económica y socialmente al país.
Por eso en la convocatoria al 18F confluirán, como sucede casi siempre,
protestas genuinas con intereses perversos. En especial los del así llamado establishment,
entendido por tal el conjunto de lobbies empresarios, sindicales y ahora
judicial, al que siguen verdaderas hordas de asesores y economistas que durante
décadas se aprovecharon del Estado hasta dejarlo exhausto como en 2001.
La muerte del fiscal Nisman, en ese contexto, sólo exige una investigación
seria y honesta como la que parece estar haciendo la fiscal Viviana Fein, que
puede ser acusada de hablar demasiado pero no de falta de mano firme.
En ese contexto la semana se cerró con la decisión
del fiscal Gerardo
Pollicita, quien —como para completar la media docena de fiscales todo
servicio— retomó la "denuncia" que Nisman no concretó. El viernes (no
casualmente el viernes, para que todo el fin de semana largo no se hable de
otra cosa en los carnavales) decidió imputar a la Presidenta por presunto
encubrimiento a Irán en el
atentado a la AMIA de 1994. Curiosamente, no
pidió indagarla, ni a ninguno de los demás imputados, el Canciller Timerman y
otros funcionarios, porque eso no es lo importante para él o sus presuntos
mandantes.
Lo importante es la enorme repercusión en la prensa mundial, que no ha dicho una palabra sobre el absurdo jurídico que es saltarse un mandato constitucional absoluto: ningún presidente puede ser llevado a los tribunales porque gozan de lo que antiguamente se llamaba inmunidad mayestática. En cambio, sí se los puede llevar a Juicio Político, único modo de destituirlos. Esto es así en la Constitución Argentina, como la de los Estados Unidos y de una larga lista de países.
La pregunta entonces es obvia: ¿Tanto Nisman en vida, como ahora Pollicita,
ignoraron tan groseramente la Constitución? La respuesta es NO. Pollicita lo
sabe perfectamente, como también sabe que no hay acusación seria para llevar a
juicio político a CFK. Pero eso parece tenerlo sin cuidado, como a quienes sólo
buscan deteriorar aún más la imagen presidencial.
La decisión de aceptar o no tal dislate jurídico (uno más) estará en manos
del juez Daniel Rafecas. El cual, si descarta este absurdo, como debería en
Derecho, será despedazado por el sistema de medios desestabilizadores.
Por su parte, la Procuración del Tesoro de la Nación, que representa al
Estado, aportó esta misma semana documentos probatorios de que en absoluto hubo
conductas inadecuadas ni delictivas por parte del gobierno nacional.
Así vive hoy la república estos carnavales en los
que, patéticamente, el circo de los desestabilizadores continúa. Por fortuna en el
interior, en la Argentina profunda, todo es diferente y para nada el país real
comparte la locura inducida que se vive en la Ciudad de Buenos Aires. •
martes, 10 de febrero de 2015
Manifiesto por la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República
Ante la convocatoria de algunos
fiscales para el 18F, y el oportunismo político opositor, llamamos a firmar y
divulgar este manifiesto
Por la Constitución, la
Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República
Los abajo firmantes, argentinos y argentinas del campo intelectual,
artistas, científicos, profesionales de las más diversas actividades, nos
manifestamos en favor del estricto cumplimiento de la Constitución y
por la salud de la Democracia, el saneamiento profundo de la Justicia, el
respeto irrestricto de los Derechos Humanos y el imperio de la Paz en
la República.
Nos manifestamos en contra de toda forma de violencia. Incluso
la aparentemente sutil y subliminal, como la que se incita desde el
terrorismo periodístico disimulado, la financiera, la empresaria
y/o cualquier otra.
Repudiamos todo intento de desestabilización institucional, y exigimos que
se cumplan las leyes, todas, sin chicanas ni cautelares como las que
es costumbre político-judicial disponer en beneficio de los
poderosos, sean personas o grupos empresariales.
Rechazamos la parodia democraticista de un pequeño grupo de fiscales, desprestigiados
casi todos, apadrinados por los medios hegemónicos en la convocatoria
a una marcha a todas luces sectaria y provocadora.
Y rechazamos también el siempre renovado oportunismo de dirigentes
políticos capaces de todo tipo de inconductas y servilismos a
gobiernos extranjeros, y a irritantes violencias verbales.
La República Argentina necesita seguir trabajando en Paz, para avanzar
aún más en las conquistas sociales y laborales ya logradas,
la inclusión social, la defensa del patrimonio público, la
independencia económica y la soberanía política que la ciudadanía ha
recuperado después de la crisis terminal de 2001 y 2002.
Exigimos una investigación seria y honesta sobre la muerte del Fiscal
Alberto Nisman.
La designación de una Corte Suprema de Justicia completa, como manda
la Ley.
Una transformación democrática y profunda de las estructuras de
inteligencia.
En la República Argentina, a 10 de Febrero de 2015.
No a la mentira y el uso
político de la muerte de Nisman.
No al golpe "suave".
Más democracia, Más Justicia.
Firman: Roberto Tito Cossa, Emilce Moller, Laura Conte, Mempo Giardinelli, Verónica
Piccone, Alejandro Mosquera, Fortunato Mallimaci.
Adhirieron hoy mismo más de mil intelectuales, artistas, profesionales y abogados y fiscales y jueces. Está todo circulando en las redes sociales. En FB: https://www.facebook.com/pages/Manifiesto-por-la-Constituci%C3%B3n-y-la-Paz/1411608759139307?ref=hl
Y siguen las adhesiones, que se reciben en: manifiestoporlaconstitucion@gmail.com
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