40 años del golpe de estado en Chile.
Mi artículo de hoy en el diario Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-230149-2013-09-30.html
Aviso por los comentarios
AVISO: Es probable que en algunas redes sociales existan cuentas, muros o perfiles a mi nombre. NADA DE ESO ES VERDADERO.
Las únicas 2 (dos) vías de sociabilidad virtual que manejo son este blog y mi página en FB. Ninguna otra cuenta, muro o perfil —en Facebook, Twitter o donde sea— me representa. Por lo tanto, no me hago cargo de lo que ahí puedan decir o escribir personas inescrupulosas.
lunes, 30 de septiembre de 2013
domingo, 29 de septiembre de 2013
Seguridad, la Corte y los trenes: una semana para temblar
Mi artículo de hoy domingo en el Buenos Aires Herald:
http://buenosairesherald.com/article/141688/crime-court-trains-a-week-to-tremble
http://buenosairesherald.com/article/141688/crime-court-trains-a-week-to-tremble
Aquí la versión en castellano:
Semana variadísima y llena de temas con cola,
sobrevolada por el debate del presupuesto nacional, la llamada Ley de Leyes,
que los diputados aprobaron en el Congreso por 134 votos como escueta mayoría.
Ahora le tocará al Senado su aprobación definitiva, mientras todo se calienta
lentamente con vistas a las elecciones de Octubre. Que son las que marcarán la
verdadera pauta del estado de la política en la Argentina.
Y es que en realidad lo que hubo hasta ahora ha
sido más que nada triunfalismo mediático. Porque las PASO no modificaron nada y
tampoco es seguro que signifiquen el tan nombrado "fin de ciclo"
kirchnerista. Sin dudas que también son un test extraordinario y que los
resultados significaron un disgusto para el gobierno nacional, pero en Agosto
lo que se votó fue la organización de las listas y las candidaturas para las
elecciones legislativas, que todavía no se llevaron a cabo. Por lo que lejos de
hacer pronósticos y augurios, esta columna simplemente sugeriría esperar, con
prudencia, los resultados que se conocerán el 28 de Octubre venidero. Entonces
sí se podrá hablar del fin de ciclo y se planeará como hacerlo. O no.
Otro tema de esta semana, y éste mucho más grave
desde cierta perspectiva, fue el estúpido ataque a la Iglesia de San Ignacio de
Loyola, en San Telmo, por parte de cinco jóvenes estudiantes del Colegio
Nacional de Buenos Aires. Independientemente de las razones para la toma de
colegios porteños en rechazo a los cambios pedagógicos que quiere imponer el
gobierno de la ciudad, no hay justificación alguna para semejante barbaridad,
que, hay que subrayarlo, fue repudiada por el estudiantado del Colegio.
Más allá del tono idiota de las frases que pintaron
cinco jóvenes incalificables, quemaron además un sillón y un banco, en un acto
demencial que pudo terminar en incendio y tragedia. El rector Gustavo Zorzoli
declaró que los cinco irresponsables "serán expulsados", a lo que se
sumó el rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú. Y eso es lo que
se espera: identificación y expulsión de los cinco irresponsables. Y no tanto
por dar un ejemplo, sino por el pésimo ejemplo que sería "disculparlos",
bajo cualquier argumento.
Es claro que esta acción no es más que un síntoma
–gravísimo– de cierto estado colectivo imperante en la ciudad de Buenos Aires.
Donde se propagandiza una histeria incontenible alrededor de la cuestión de la
inseguridad, tema candente que se ha logrado imponer como número uno del país,
aunque es obvio que no lo es. Y no sólo no lo es porque en la mayoría de las
provincias no se vive tal histeria, salvo en algunas grandes ciudades, sino
porque hay innumerables ejemplos internacionales, estadísticas serias que
muestran el verdadero estado de la seguridad en la Argentina. El cual es
preocupante porque el asunto lo es, desde ya, pero que está muy lejos de los
datos estadísticos de criminalidad y/o de asesinatos per cápita de muchas otras
sociedades del mundo, y en particular latinoamericanas, donde el terror y la
violencia sí imperan.
Aquí, en cambio, y dicho sea esto sin negar casos y
datos preocupantes y algunos gravísimos, todo parece dirigido a culpabilizar y
condenar a los más pobres, los jóvenes y los extranjeros (incluso el Dr. Hermes
Binner, en Rosario, acaba de pronunciar desdichadas acusaciones discriminatorias).
Pero ni el Estado ni la sociedad parecen entender que no hay política de
seguridad posible si no se revisan y democratizan de una vez las policías –todas
las policías– y otros uniformados, como por ejemplo el deleznable servicio
penitenciario argentino, y en particular el de la Provincia de Buenos Aires.
Está súper probado que gran parte de los delitos y muchas impunidades se gestan
en esos organismos, que utilizan a presos, pibes villeros y marginales de todo
tipo para cometer delitos.
En este sentido no se equivocó la Presidenta la
semana pasada, cuando dijo: "No habrá mejor seguridad, si no hay mejor
Justicia". En eso tiene razón, porque es el servicio de justicia argentino
el que debe ser democratizado a la par del saneamiento de las policías y
servicios conexos. Es la gran tarea que le falta a la democracia.
Por eso no deja de ser reprochable la comedia tonta
que hemos visto últimamente: el gobierno impulsó seis leyes para democratizar
el Poder Judicial, leyes que estaban llenas de buenas intenciones y pudieron
ser compartidas por la sociedad. Pero lo hizo forzando los tiempos, de manera
soberbia y alocada, sin llamar a audiencias públicas ni consultar a los
interesados y la sociedad. Así logró las seis leyes, pero también logró el veto
judicial inmediato: la Corte Suprema se ocupó de congelar velozmente las seis
leyes. ¿Y dónde está la comedia? En que ahora, justo antes de las elecciones y
cuando el tema de la inseguridad se impone como tema de campaña, la CSJ relanza
el asunto y llama a que la corporación de jueces y fiscales proponga vías para
democratizar la Justicia. Un absurdo perfectamente argentino.
Y a todo esto, la dilación de la Corte para decidir
la plena vigencia de la Ley de Medios es más que llamativa; ahora es irritante.
Porque la Corte ya no tiene, tanto en materia de derecho público como comunicacional,
ningún otro camino que dar vía libre a la aplicación plena de la Ley, guste o
disguste a quien sea.
Tanta demora, ya injustificada y después de cuatro
años y de las últimas rondas televisadas que vio todo el país, hace pensar
–hace temer– que los siete supremos se rindan ante el poder corporativo. Al
menos es la opinión de este columnista, hoy, de lo que más probablemente
sucederá. Sería una mancha más –gravísima y lamentable– sobre la piel de la
justicia en la Argentina.
Y todo esto mientras el ministro Florencio Randazzo,
en China, celebró convenios para modernizar y mejorar de una vez los trenes argentinos.
Con materiales rodantes de más de 50 años de antigüedad, y quizás concentrando su
gestión solamente en la capital del país, habrá que ver los resultados. Dicen
que entre 2014 y 2015 circularán cientos de nuevos vagones. Y al menos la
reposición de vías parece haber comenzado. Se verá.
Pero lo que es seguro es que después faltará –y es
de esperar que las autoridades no lo olviden– una gran campaña de educación a
los pasajeros. Campaña que en muchos aspectos, digámoslo, hoy necesitaría la
sociedad argentina toda. •
viernes, 20 de septiembre de 2013
LECTURARIO # 17
• Tengo la fortuna de ser
amigo de Tito Cossa, quien me firmó una preciosa dedicatoria en la edición de
"La Nona" que hizo Editorial Corregidor. Un texto ya clásico de la
dramaturgia argentina, que no obstante haberlo visto representado en un par de
oportunidades sigue siendo conmovedor. Ahora prologado con un texto un tanto
críptico de Osvaldo Pelletieri (que para mí debió ir al final, como colofón y
no como prefacio), releer esta obra preciosa, de manos del autor, me parece que
valida el pensar que Cossa sigue siendo uno de los más grandes dramaturgos de
la literatura argentina contemporánea.
No en vano desde que se estrenó en 1977, "La Nona"
sigue tan viva y vigente y sobre todo tan argentina. Allí se refleja todo lo
que por décadas ha caracterizado a los porteños de origen inmigrante, y
particularmente los italianos. Y al decir "todo" digo el repertorio
de inmoralidades que desdichadamente también nos representa: la hipocresía, la
haraganería, la apariencia, la gula, la avivada y el consecuente deslizamiento
hacia todo tipo de disvalores. Una pieza monumental, la del Maestro Cossa, que
incluso como teatro leído funciona a toda potencia. Al menos para mí releer este
drama tan nuestro, con esos personajes emblemáticos y sus diálogos tan escuetos
como picantes, me ha permitido renovar mi admiración inclaudicable hacia este
gran poeta del teatro argentino.
• Sentía gran curiosidad por
leer "La última carta", de Daniel Sorín, debido a la recomendación de
un amigo que es un enorme lector, y además porque toda referencia a ese
personaje de leyenda que fue John WIlliam Cooke siempre me interesa. Sin
embargo, y lo confieso con mucha pena, el libro, como novela, se me deshizo en
las manos. Quizás lo que me pareció un ritmo narrativo lento y algo plañidero, y
la prosa con reminiscencias para mi gusto demasiado borgeanas, conspiraron
contra mi placer. Dudé antes de escribir esto, porque pude hacer silencio y en
esta columna no cabe la mala leche, pero mi amigo estaba tan entusiasmado que,
por qué no, quizás soy yo, nomás, el que no entendió algo. Entonces escribo
esto, confesando mi incomprensión desde la sana honestidad de un lector
sincero. (Edhasa).
• Siguiendo con los libros
de la colección Anagrama-Página/12, que leo entre otros libros y un poco al
azar (hermoso azar, desde luego), en esta ocasión comparto impresiones acerca
de dos libros tan notables como distantes entre sí: "Los tres últimos días
de Fernando Pessoa", poéticos cuentos de Antonio Tacucchi, ese gran
narrador italiano que amó tanto Portugal.
Lisboeta adoptivo, Tabucchi llegó a conocer en
profundidad el temperamento y la literatura portuguesa, y su homenaje al gran
poeta luso es, una vez más, precioso. Particularmente la sección "Los
volátiles del Beato Angélico" me pareció estupenda, además, claro, de los relatos
del 28, 29 y 30 de noviembre de 1935.
El otro libro es "Loco afán", del chileno Pedro
Lemebel. Una colección de artículos que desnudan la hipocresía social (de su
país, pero de validez universal) acerca de lo que él llama "el
loquerío". Los prejuicios y rechazos a las travestis y el universo de la
homosexualidad son denunciados en este libro iracundo y bizarro, lleno de humor
feroz, provocación y, también, un profundo enojo frente a su sociedad. Fue una
lectura algo fatigante, debo confesarlo, como con algún exceso. Pero
interesante y aleccionadora. •
domingo, 15 de septiembre de 2013
De golpistas y destituyentes en la política argentina
Mi artículo de hoy domingo en el diario The Buenos Aires Herald:
http://buenosairesherald.com/article/140664/coupmongering-in-argentine-politics
He aquí la versión en Castellano:
Pasó más o menos lo mismo en 2001 cuando Fernando De la Rúa partió de la Casa Rosada en helicóptero dejando atrás más de 30 muertos y un país en llamas. Y también sucedió con el interinato de Eduardo Duhalde, quien debió renunciar a su sueño de permanencia después del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
http://buenosairesherald.com/article/140664/coupmongering-in-argentine-politics
He aquí la versión en Castellano:
Históricamente,
ciertos juegos argentinos de la política resultaron letales para la democracia.
Por ejemplo, la manía golpista de algunos civiles, cuya labor de hormigas determinó
más de una vez la desdicha de la población, por lo menos en los últimos ochenta
años de la vida de este país.
Claro que el
golpismo clásico hoy ya no existe –coinciden casi todos– pero la versión
contemporánea de la misma tara, últimamente llamada en forma leve "intentos
destituyentes", no deja de presentarse cada tanto, con persistencia,
precisamente, de hormigas. Y cada vez que aparecen tales meneos –siempre
negados– las desmentidas son furibundas en los titulares de los diarios
mientras la acción destituyente continúa bajo tierra.
Así pasó con el
presidente Raúl Alfonsín, desestabilizado por militares carapintadas dirigidos
por Aldo Rico o Mohamed Alí Seineldin, y jaqueado también, en penosa
seguidilla, por ataques desde una izquierda delirante que intentó copar un
regimiento en La Tablada, primero, y después por decenas de dirigentes y
sindicalistas que desde la derecha peronista y al servicio de oscuros intereses,
generaron el caos social que en 1989 impidió el normal fin del primer gobierno democrático
posdictadura.
Pasó más o menos lo mismo en 2001 cuando Fernando De la Rúa partió de la Casa Rosada en helicóptero dejando atrás más de 30 muertos y un país en llamas. Y también sucedió con el interinato de Eduardo Duhalde, quien debió renunciar a su sueño de permanencia después del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Aunque sin lograr
sus objetivos, el caos como forma contemporánea del viejo golpismo cívico-militar
nunca dejó de practicarse. Lo comprobaron incluso Néstor Kirchner y Cristina
Fernández. Y el elemento común a todos los casos, triunfantes o no, fueron las
declaraciones estridentes y los empujones para "hacer caer" al gobernante
elegido democráticamente, y "sustituirlo" por gobiernos de
transición, siempre forzando interpretaciones de la Constitución.
Por supuesto, los
golpistas negaban lo que hacían mientras todos golpeaban, algunos decididamente,
otros estúpidamente, la mayoría irresponsablemente.
Carlos Menem fue el
único mandatario que no padeció estos ataques desde las sombras del poder y la
política. Acaso porque fueron sus amigos los que tantas veces protagonizaron
escarceos destituyentes contra otros. Lo cual no deja de ser un enorme dato
político que, por ahora, excede esta nota.
Lo cierto es que cada
vez que un presidente se vio o pareció debilitado en la Argentina, resurgieron
los empujones. Esmerilar el poder del gobernante no fue nunca parte del libre
juego de la democracia, como debió ser, sino más bien su versión más perversa.
Y es que para algunos, a veces para muchos, el asalto al poder por vías
indirectas, oblicuas y non-sanctas
resultó ser el único modo de acceder a la presidencia de esta república.
Por eso el hecho
gravitante de esta semana fue la denuncia de la diputada Elisa Carrió, secundada
por su colega Ricardo Alfonsín.
De ellos se podrán
decir muchas cosas, y en particular de la casi siempre apocalíptica señora
Carrió. Pero si hacía falta que diera pruebas de vocación democrática y apego
constitucional, no se anduvo con vueltas: "Hay sectores que buscan una salida anticipada" del gobierno, denunció,
y sin medias tintas, fiel a su estilo, añadió que Mauricio Macri "habla
del círculo rojo porque está enojado, ya que a él lo sacaron del juego. Él
quería formar parte de la interna del PJ y no lo dejaron". Y dijo más:
"Hay dos vías en la Argentina: un camino es el de la República, que quiere
que Cristina Kirchner cumpla su mandato. Otros quieren la repetición del 2001.
Sectores devaluacionistas con ansiedad, sumados a sectores políticos que
quieren elegir al nuevo presidente, todos ligados al PJ". Y por
si fuera poco, declaró
sin eufemismos que "una parte de la oposición quiere un golpe civil y que
el candidato sucesor sea Massa". Y esa misma noche reiteró en televisión: "Quieren
armar una transición en la que un miembro del Congreso, de la unidad opositora,
se haga cargo. Y el candidato es Massa".
Esto explicaría a la perfección por qué los resultados de
las elecciones primarias fueron y siguen siendo publicitados tan exageradamente
por los grandes medios, como si perder por muy poco en unas primarias fuera
necesariamente la hecatombe para un gobierno.
Naturalmente, de inmediato desmitieron a Carrió algunos de sus antiguos
aliados. El ahora candidato a diputado del Frente Renovador
massista y ex presidente de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren, consideró
"muy grave hablar de un golpe institucional. Si realmente cree eso debería
ir a a la Justicia". Y también la cuestionó el jefe de la bancada macrista
en Diputados, Federico Pinedo. "Carrió es bastante parecida a Cristina en
el tema de amigo-enemigo", dijo a la vez que descalificaba sus dichos por "totalmente
disparatados" y se apresuraba a expresar: "Que el círculo rojo es
destituyente, es un disparate. No tiene nada que ver con ningún golpe; el
cuento de ingresar a la interna peronista para derrocar a Cristina es un
delirio. No conozco a una sola persona con ideas destituyentes. La democracia
es tratar de tener mayor grado de representación social y ganar las elecciones;
sería una locura tener una idea golpista."
Por su parte Sergio Massa, con su
estilo evasivo de jamás pronunciarse y en cambio hacer que los demás supongan
lo que piensa, se propone tener en el Congreso una bancada propia de diputados,
a cuyo frente estará Roberto Mouillerón, ex ministro de Trabajo de Felipe Solá
en la Provincia de Buenos Aires. El así llamado "massismo" aspira a
ser la tercera fuerza en Diputados, aunque por ahora, con sólo nueve
legisladores, está muy lejos de ese objetivo. Pero confía en sumar a sus amigos
del PRO y a los antikirchneristas que responden a los hermanos Rodríguez Saá,
de San Luis, y a otros de fuerzas provinciales de Entre Ríos, Chubut y Santa
Cruz.
Y además cuenta desde el jueves con el decidido apoyo del
ex carapintada Aldo Rico, quien anunció su completa alineación con el Frente Renovador,
a cuyo líder calificó de "buen dirigente" a la vez que predijo que la
presidenta "no va a durar los dos años" de gestión que le restan.
Claro que no todo
son sombras en el horizonte. Si como ya se ha dicho el problema de la Argentina
son la polarización ideológica y la manía golpista, también hay que decir que
el juego natural de la democracia, a pesar de todo, en 30 años nunca dejó de
funcionar. Cierto que en 1987 Alfonsín perdió las elecciones legislativas, y en
2001 las perdió De la Rúa, y en ambos casos el resultado fue un desastre
institucional. Pero también las perdió Menem en 1997, y en 2009 Néstor
Kirchner, y no hubo caos destituyente en ninguno de esos dos casos.
No deja de ser esperanzador. Se verá en Octubre. •
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Recuerdos de Don Chicho en Chile
Mi artículo de hoy en la contratapa del diario Página/12.
Son recuerdos de cuando yo era un joven periodista. Ése que está con Salvador Allende. La foto la tomó Carlos Bosch.
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-228721-2013-09-11.html
domingo, 8 de septiembre de 2013
Lecturario # 16
• Finalmente, y lentamente, terminé de leer el fascinante libro de
Leonardo Padura. Tal como adelanté hace dos Lecturarios (el # 14) "El
hombre que amaba a los perros" (Tusquets) es una novela excepcional por
muy diversas razones. Por su diáfana y rampante escritura en primer lugar,
porque el texto cautiva y sobrecoge al lector de un modo que yo hacía mucho
tiempo no sentía. Me trajo a la memoria a clásicos como Melville, Conan Doyle,
Conrad o Chandler. Pero además lo que impacta en este libro es el trabajo de
investigación histórica, realizado con obsesión de hormiga para luego
traducirlo, digamos, a una historia que es varias historias a la vez: la de
León Trotsky, de por sí trágica; la del ascenso y caída del imperio soviético,
que es decir una versión de todo el Siglo XX; la de la Guerra Civil Española y
la de Ramón Mercader, el comunista catalán que asesinó a Trotsky en 1940. Y
también, enhebrando cada historia y conformado la trama sutil pero definitiva
de la novela, el relato del narrador, un cubano desencantado del idealismo
revolucionario y de la fría y cínica burocracia comunista mientras descubre y
describe la historia de Trotsky, Stalin, Mercader y los mundos que cada uno y
todos ellos protagonizaron: Rusia, Alemania, Turquía, Noruega, España, México
y, en este país, sus años 30 y 40 y sus protagonistas pintados sin idealismo,
Diego Rivera y Frida Kahlo entre ellos. Y todo, y todos, en una narración
descarnada y precisa, con frialdad de investigador, con vuelos de poeta, con
firmeza de novelista.
Un libro enorme éste de
Leonardo Padura, en todos los sentidos.
• Sigo leyendo la colección de Anagrama-Página/12. Ahora volví a Amélie Nothomb,
narradora francesa de la generación dizque joven. Nacida en 1967 en Japón,
vivió en un montón de países y es traductora y –hoy– la más renombrada
escritora de Francia. Muy bien todo eso, impresionante. Pero para mi gusto una
narradora más bien aburrida. Que me disculpen los editores, pero esa prosa un
tanto engolada en tramas evidentemente forzadas resultan demasiado para mí. Ya
conocía a esta autora por otra novela breve (“Cosmética del enemigo”) que en su
momento también fue presentada como el non
plus ultra de la literatura contemporánea. Y no. Para mí, al menos, no.
Aquél era un cuento largo con dos tipos que se encuentran en un aeropuerto
cuando uno de ellos pierde una conexión. El otro es un inquisidor atrevido, y
así transcurren las páginas, con un tono de absurdos y sobrentendidos. Un plomazo.
Bueno, y ahora esta segunda novela, “Diario
de golondrina”, recorre también terrenos del absurdo, de la perplejidad de los
personajes (y de quien lee) en torno a un sicario francés que mata por encargo
y reflexiona acerca de su oficio. Otra vez, en este caso, los excesos de los
editores prometen la gran obra del siglo, pero después te dan a leer lo que en
el mejor de los casos es una novela más o menos interesante. Y ésta lo es: una novelita
entretenida, menor en muchos sentidos de la palabra, pero que al menos se lee
velozmente. Y no deja de resultar gracioso que este killer francés por momentos
medita y piensa como un egresado de Filosofía de La Sorbona.
Llevaderas, sin duda, las novelas de Nothomb
tienen por lo menos el mérito de la brevedad. Lo que no sé es si leeré una
tercera novela de esta autora.
• Releí “El reino de este mundo”, de Alejo Carpentier (1904-1980), y eso
sí que fue una revancha. Una obra magistral, casi perfecta, que releo por lo
menos cada década y como para recordarme a mí mismo de qué hablamos cuando
hablamos de la gran literatura latinoamericana. Si no la leyeron todavía,
corran a buscarla: es una novela breve, ejemplar en su humanismo militante y en
su música interna. Un perfecto y delicado monumento del barroco latinoamericano
alrededor de la Independencia de Haití y la luminosidad del idioma, que
Carpentier dominó como pocos. Un clásico universal de nuestra lengua. Todo eso.
(Alianza Editorial).
• Las novelas de poetas, y si además se escriben con vocación críptica,
son para mí acobardantes, tremendos desafíos. Es lo que pienso mientras leo, “Chacana”,
novela de la poeta Ana Guillot. Saga familiar que homenajea de hecho al Cusco,
la ciudad mítica peruana, en ese ambiente maravilloso hay una historia de amor,
y hay la presencia decisiva de la autora en páginas que se leen como se lee un
poema arduo y complejo, una construcción experimental que demanda atención y
espíritu de riesgos. Demanda también tiempo, y una curiosidad y paciencia casi
orientales. (Editorial San Marcos, Perú).
jueves, 5 de septiembre de 2013
Discurso de apertura del 18° FORO INTERNACIONAL POR EL FOMENTO DEL LIBRO Y LA LECTURA
Queridas y queridos colegas, autoridades
nacionales, provinciales, municipales, amigas, amigos...
Es un placer para mí
arrancar este Foro, ahora en este centro de convenciones magnífico que tenemos
el honor de inaugurar. Agradezco a los dueños de casa la hospitalidad y la buena
disposición, en nombre de todo el voluntariado de la Fundación. Y claro,
también agradezco profundamente a todos nuestros auspiciantes, y a los mecenas
que también acompañan nuestra labor, y a las muchas empresas y personas que merecen nuestro más completo reconocimiento porque sin
ellas este Foro no sería posible.
Y es que una
Organización No Gubernamental pequeña como la nuestra, sin fines de lucro y que
no tiene más fondos que los que produce con su trabajo, no podría, de ninguna
manera, hacer sola todo esto ni cumplir con su misión:
• El Programa
de Abuelas Cuentacuentos que desde el año 2000 se viene evidenciando como la
estrategia de fomento lector más extraodinaria y generosa del país.
• El Programa de
Asistencia a Comedores Infantiles, que desde la crisis de 2001 y 2002 ayuda
consistentemente a cientos de escolares y lleva entregados más de 150 toneladas
de mercaderías de primera necesidad, y sobre todo leche en polvo de calidad.
• Los cursos,
talleres y seminarios de capacitación y perfeccionamiento que brindamos
permanentemente.
• El Programa
de Donación de Libros a Escuelas y Bibliotecas del Chaco.
• El Observatorio de
Lectura que tenemos en la web, y las diferentes propuestas de estrategias
lectoras que venimos proponiendo e implementando.
Todo esto, y mucho
más, necesariamente requiere del concurso de muchas voluntades, mucho esfuerzo,
mucho espíritu solidario. Y todo eso lo tenemos en el Chaco, y nos llena de
orgullo a los que habitamos esta tierra. Por eso aquí estamos, provincianos y modestos,
chiquitos si se quiere, pero haciendo esa labor enorme que es dar de leer.
Leer y hacer leer para que nuestra sociedad supere sus ignorancias y sus
mediocridades. Leer como camino hacia la fraternidad y hacia la derrota de los
grandes disvalores que hoy aquejan a los argentinos: el odio, que jamás se
aprende en la lectura; y la envidia y el resentimiento, que son dos
enfermedades sociales que imperan en todos los campos y también en la educación
y la literatura, y a las que toda buena lectura siempre ayuda a sosegar.
La
lectura en silencio o en voz alta, pero libre y sostenida y de textos en cada
ocasión mejores, y cuya promoción es nuestra razón de ser, ejemplifica
perfectamente esto que digo. La lectura es un acto pequeño, íntimo, casi
siempre secreto, pero monumental en sus resultados. Leer es sólo un rato de
introspección, una hora o un instante de intimidad, algo sencillo y acotado
que, sin embargo, tiene después una trascendencia decisiva en cada persona. Y
en los pueblos, desde luego. Porque ya sabemos nosotros, después de tantos años
y 17 foros, que la lectura es el mejor camino hacia el conocimiento, y que el
que no lee no sabe, y que los pueblos que no leen se embrutecen lenta pero
irreversiblemente.
Por eso aquí
estamos, reunidos como todos los años para pensar y discutir estrategias para
que nuestro país vuelva a ser una sociedad de lectores. Una sociedad cuyo
paradigma cultural y educativo principal vuelva a ser el conocimiento. El saber
en todas sus formas.
Somos conscientes de
que sólo así seguiremos restañando las heridas que nos dejó el autoritarismo de
la dictadura, y también superaremos los desaciertos educativos instaurados en
democracia, en los 90, cuando se quiso hacer de nosotros un pueblo embrutecido
e ignorante.
Estamos forzados, entonces,
a ser precisos y claros frente al poder y a los que aspiran al poder.
Somos conscientes y orgullosos, por todo eso mismo, de los avances de los últimos años. Los millones de libros que provee el Estado Argentino a escuelas y bibliotecas se dicen fácil, y algunos podrán cuestionar detalles, pero hablan de una política pública de lectura como jamás antes habían tenido nuestro país. Y eso mismo hace necesario, e imperativo, fortalecer la formación de los docentes para que sean ellos mismos lectores, y buenos lectores, y así su labor de mediación sea cada vez mejor, en tanto lectores/as que ayudan a formar ciudadanía con valores y principios.
Somos conscientes y orgullosos, por todo eso mismo, de los avances de los últimos años. Los millones de libros que provee el Estado Argentino a escuelas y bibliotecas se dicen fácil, y algunos podrán cuestionar detalles, pero hablan de una política pública de lectura como jamás antes habían tenido nuestro país. Y eso mismo hace necesario, e imperativo, fortalecer la formación de los docentes para que sean ellos mismos lectores, y buenos lectores, y así su labor de mediación sea cada vez mejor, en tanto lectores/as que ayudan a formar ciudadanía con valores y principios.
Por eso, desde esta
tribuna ocasional, quiero recordar que es todavía errático el funcionamiento del
Consejo Nacional de Lectura, en el que deberían ponerse de acuerdo varios
ministerios y organismos estatales de Salud, Desarrollo Social, Cultura,
Conabip y Educación, por lo menos, y de una vez deberían hacerlo incluyendo y
respetando —esto para nosotros es esencial— la participación de la Sociedad Civil
a través de institucionas y ONGs privadas y de reconocida labor en la materia. Este
Consejo potenciará así todas las buenas cosas que se vienen haciendo, y tendría,
por la sola presencia de las ONGs, una continuidad de ideas asegurada. Y no
sólo eso: el Consejo Nacional de Lectura tendría un fabuloso rol orientador que
cumplir en la UNASUR, que es nuestra unión de naciones sudamericanas. Porque la
República Argentina está hoy en condiciones de liderar procesos de fomento de
la lectura. Y a esto lo sabemos perfectamente nosotros, que a menudo somos
consultados por los responsales de planes nacionales de lectura de países
hermanos. Queremos que el Estado Argentino se dé cuenta de esto y entonces convoque
a los ministros de Educación y de Cultura de la América del Sur para pensar un
gran PLAN UNASUR DE LECTURA que asegure el flujo de buenos textos que crucen todas
las fronteras del continente, y sobre todo defina y afiance estrategias propias
de lectura, capaces de dar respuesta a las necesidades de nuestras comunidades
en lugar de seguir con meras adaptaciones de experiencias ajenas.
Y subrayo lo
anterior porque es algo que inevitablemente va a ocurrir gracias a los
adelantos tecnológicos –de hecho ya está ocurriendo– y entonces es mejor que lo
hagamos por fuera de las reglas del mercado, para que sea más democrático, inclusivo
y horizontal para todos los pueblos, los que más temprano que tarde deberán ser
dotados por los Estados de e-books y tabletas de lectura.
Por supuesto, en
esta línea de pensamiento, y aprovechando la respetada presencia del Profesor
Alberto Sileoni, nuestro Ministro nacional de Educación, quiero también sugerir
que lo anterior se haga pensando exclusivamente en nuestros pueblos, sin tanto seguidismo
a los supuestos mandatos de la llamada “Iberoamérica”, que merece también
nuestro respeto pero que en los hechos siempre acaba atendiendo más los intereses
de España, y de las editoriales españolas, en desmedro de los nuestros.
Esto tiene que ver,
también, con algunas cuestiones educativas y de lectura vigentes en estos días.
Hoy es moda críticar la baja calidad educativa de la Argentina, diciendo que aquí
la educación es un desastre y citando como prueba algunos malos resultados en
las pruebas PISA. Muchos políticos dicen eso, repitiendo lo que dicen los
grandes diarios al respecto. Pero no dicen que PISA no es una medición
recomendable para nosotros, porque PISA es una medición pensada para países
hiperdesarrollados, y además pensada en términos económicos, no educativos. Las
PISA las organiza la OCDE (que es la Org.para la Cooperación y el Desarrollo
Económico) que agrupa
a los 20 países más ricos de la Tierra, que son los que manejan el 70% del
mercado mundial y en 2007 representaban el 80% del PB mundial. Por eso a la OCDE la
llaman el
«club de los países ricos». De donde la pretensión de figurar bien en ese
ranking a mí me parece un sueño de colonizados. Nosotros tenemos que empezar a medir
resultados de otra manera, con evaluaciones propias y atendiendo a nuestras
realidades. Y a quienes cacarean que Chile está siempre mejor rankeado, habrá
que recordarles que en Chile la educación es un negocio, y por eso es
excluyente y por eso hay miles de estudiantes chilenos exigiendo el cambio en
las calles.
La lectura y la
educación van siempre de la mano. No son una unidad, pero sí una fraternidad
que obliga a pensar la constante asociación de ambos términos. Por eso este
Foro, como todo lo que hacemos en la Fundación, intenta pensar con los
maestros, con los profes, con los bibliotecarios. Así fue como
hace años propusimos la Lectura en Voz Alta como estrategia escolar, y la cual
tan buenos resultados viene dando. Y así ahora quiero proponer que la educación
en la Argentina empiece a pensar también en la Lectura Libre Sostenida y Silenciosa,
que es otra estrategia potencialmente revolucionaria y acerca de la cual ya me
he extendido en varios textos. Y es que en las horas de clase siempre hay
intersticios, momentos ideales para la lectura, o sea para que la lectura suceda
allí, en el aula. Invito desde aquí a los directivos escolares a que
estimulen la Lectura Libre Sostenida y Silenciosa, habilitando períodos curriculares
específicos (de 10 a 15 minutos diarios) para leer en cada clase de manera Libre,
Sostenida y Silenciosa. Y también sería bueno que haya espacios y momentos de
lectura entre los docentes. Que se junten a leer y a reflexionar sobre lo que
ellos mismos leen y luego dan a leer.
Por todo lo anterior
decimos que en este Foro se lee, y sostenemos que el derecho a leer incluye a
todos/as y abarca todo tipo de lecturas. No hacemos un foro aparte para la Literatura
Infantil y Juvenil, ni otro para el Género Negro ni otros para diferentes
corrientes o géneros literarios. Estamos jugados desde hace más de 20 años decididamente
por la lectura, conscientes de que el mejor contenido de toda lectura es
simplemente la mejor literatura universal, los clásicos de todas las lenguas y
los de cada sociedad. Por eso cada año traemos al Chaco gente talentosa que
viene a compartir sus obras y sus experiencias de lectura, y por eso los
llevamos a ellos a las escuelas a compartir sus creaciones y sus ideas con los
estudiantes chaqueños.
Agradecemos la generosa
visita de nuestros invitados, y también quiero resaltar el esfuerzo conmovedor
de muchos asistentes a este Foro. Aquí están presentes maestros que vienen de
todo el país, incluso algunos han venido desde Tierra del Fuego, y de Neuquén, y
de Tucumán, y de Santa Fe y de la Provincia de Buenos Aires, y de Corrientes, y
Formosa y Santiago del Estero, y por supuesto, y como siempre, de lo que llamo
el Chaco profundo. Este año tenemos docentes y público de toda la provincia y
de los más alejados parajes de El Impenetrable, y maestros de pueblos
originarios que vienen, en algunos casos, con sus auxiliares de traducción.
Este Foro, así,
quiere ser también una expresión de la Argentina larga, ancha y verdadera,
señoras y señores. La que defiende siempre al Estado, porque el Estado es de
ellos, de nosotros, y todos somos el Estado. Que nunca más se destruya el
Estado Argentino, gobierne quien gobierne, y nunca más se lo ponga al servicio
de reglas de un mercado mezquino e insolidario.
Muchísimas gracias.
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