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martes, 5 de noviembre de 2013

LECTURARIO # 18



• Acabo de leer "Pregúntale al polvo", notable novela de John Fante (1909-1983) un escritor norteamericano que fascinó en su momento a Charles Bukowski, quien lo rescató del olvido. En síntesis es la historia de un joven entre tierno y delirante que la va de escritor emergente y responde al itálico nombre de Arturo Baldini. Se cree un genio de la literatura, además, que mientras sueña con alcanzar la gloria y sostiene diálogos alucinantes con su agente, que lo mantiene, no consigue amar ni ser amado por una chica mexicana completamente autodestructiva. Con diálogos encantadores y sabrosos detalles de época –la California que rodea a Hollywood en los años 20 y 30 del siglo pasado es radiografiada certeramente por Fante– la novela se lee con intensidad. Desde ya que no es la gran novela que anuncian los editores, para variar, pero es una sabrosa historia bien narrada, que sirve como eficaz introducción a un autor y sobre todo a un tiempo en el que la literatura tenía bastante más sentido que en la actualidad. (Anagrama).

• También leí un notable libro de cuentos: "En abril, infancias mil", de Maryse Renaud, una colección de relatos narrados desde la perspectiva de una niña que descubre el mundo de los mayores, en un contexto inusual y hasta asombroso. La autora es una catedrática francesa nacida en el Caribe, en la Martinica, que de adulta ha elegido escribir en Castellano y lo hace con una solvencia y precisión exquisitas. Los diez cuentos del libro recorren episodios en los que la esclavitud, el mestizaje y la discriminación racial están presentes, así como la hostilidad que significa crecer en un universo de familia numerosa y compleja, y viajes, recuerdos e incomprensiones. El Caribe soñado e idealizado por la niña, curiosamente, coexiste en algunos cuentos con una Argentina tan vasta como idealizada (como en "Ojo de lince"). El cruce de voces y culturas, siempre potente pero a la vez medido, es un ejercicio que Renaud domina y se constituye en una de las más sólidas virtudes de este libro poco frecuente. (Corregidor).

• Durante un largo viaje reciente leí otra maravilla del maestro cubano Alejo Carpentier (1904-1980), a quien vengo releyendo con delectación. Ya comenté aquí "El reino de este mundo" y ahora recomiendo fervientemente "Concierto barroco", otra de las cumbres de la literatura latinoamericana que impactó a todo el mundo hace medio siglo.
            En esta novela subyugante el fabuloso Nuevo Mundo es visto desde la perspectiva del encuentro y a la vez choque de dos culturas. En torno a la concepción de la ópera "Montezuma" de Antonio Vivaldi, Carpentier monta nuevamente una novela breve que puede leerse además como otro tratado sobre la música. Musicólogo él mismo, Carpentier perfeccionó ese propósito hacia el final de su vida, con sus dos últimas novelas: "La consagración de la Primavera" (1978) y "El arpa y la sombra" (1979). Pero a mí lo que me vuelve loco de Carpentier, lo que me rinde de admiración, es la belleza poética y la transparencia de su prosa, que en mi opinión es única en nuestra lengua. Éste sí que es uno de los escritores fundamentales del Siglo XX, y bien que sirve para desmentir tanta charamusca como nos quieren vender las solapas y contratapas sobradas de ditirambos a la usanza actual. (Alianza Editorial).

• Decir novela negra –y a esto lo sé desde hace muchos años– es mencionar entre sus principales autores a James Hadley Chase (1906-1985). Se trata de un escritor impresionante, un maestro del arte de la intriga y el buen ritmo narrativo. Nacido en Londres con otro nombre, fue autor de decenas de novelas policiales a lo largo de casi todo el siglo pasado. Ahora, en viaje a Madrid hace un par de semanas, tomé de mi biblioteca al azar uno de sus libros. Me dije: "A ver si se sostiene treinta años después". Y me llevé "Peces sin escondite", de 1977, y volvió a deleitarme. Lo tengo en la edición de la clásica colección "El séptimo círculo" que publicaba Emecé cuando la literatura negra empezaba a abrirse camino. Encantadora aún con pinceladas que hoy reconocemos misóginas, esta novela asocia al lector con la angustia de un tipo que está siendo chantajeado por un hurto menor que hizo su mujer, a la que no ama. A partir de ahí, Chase construye una historia de crimen y misterio notable, desde la perspectiva de la víctima, materia en la que fue un precursor. Por cierto, de todo esto hablo (escribo) en mi libro "El género negro". Pero ahora lo que verdaderamente me dio gusto fue reconocer que sigo entusiasmándome con esta literatura igual que hace treinta años. (Emecé).

2 comentarios:

  1. Buenas tardes Mempo:
    A pesar de que me da la sensación de que no respondés los comentarios, tal vez sí los leas!! Entonces sí quiero contarte que compartí tu entrada acerca de Alejo Carperntier, con una señora cubana que conocí en el avión, en mi primer viaje a Cuba. Hablando de literatura, ella nos contaba a mi hija y a mí, que su escritor preferido, era Alejo Carpentier. Asique ni bien ví tus comentarios, se los corté y los pegué, recomendándole a su vez, la lectura de tus libros y ella esto me respondió:

    quote
    Carpentier es uno de mis preferidos. Le conoci personalmente el Paris, cuando yo hacia mi doctorado y el era el agregado cultural de Cuba. Un hobre con una cultura de gigantes...descomunal! Ya tomo nota del argentino y lo busco ya porsi hay algo free en internet!
    unquote

    Asique si hay material tuyo disponible en la red y tenés ganas de avisarme, yo le puedo avisar entonces a esta encantadora cubana

    gracias
    Marcela Berenguer
    marceb43@hotmail.com

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  2. Sí leo todo, amiga Marcela. Y por nada me hubiese querido perder este comentario tan sabroso. Gracias y saludos a su amiga cubana!

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