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jueves, 28 de noviembre de 2013

PEQUEÑO HOMENAJE A DON JUAN FILLOY

Leo que en España algunas personas conocen al menos los palindromos de Don Juan Filloy, y eso me da mucho gusto. Siempre recuerdo a mi querido maestro, y ahora mismo estoy trabajando en un nuevo rescate de él. 
            Lo conocí bien y puedo decir que fui su amigo aunque me llevaba 60 años. Y soy autor de la única antología existente de su obra ("Don Juan", Ediciones Desde la Gente, Buenos Aires, 1995).
            Filloy (1896-2000) era hijo de padre gallego y madre francesa, ambos analfabetos. Pero se formó en la Córdoba revolucionaria de la Argentina de inicios del Siglo XX y participó activamente en la Reforma Universitaria de 1918 que todavía rige y garantiza la gratuidad y laicismo de la universidad pública de este país. Se ganó la vida como caricaturista hasta que se recibió de abogado y fue juez durante casi 40 años en la pequeña ciudad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. Allí residió durante 65 años y escribió más de 70 libros de todos los géneros.
            Sus primeros libros (publicados entre 1930 y 1937) revelan un autor de prosa exquisitamente barroca y un feroz y excéntrico sentido del humor, y fueron decisivos para la literatura argentina contemporánea. Hoy novelas como "Estafen", "Op Oloop", "La potra" y sobre todo "Caterva" son admiradas por su influencia en Julio Cortázar, Leopoldo Marechal y muchos más, lo sepan o no.
            Todos sus títulos tienen siete letras y fue, además, un verdadero campeón mundial de palindromos. Escribió más de 8.000, de los que el libro "Karcino" recoge una cuarta parte. También practicó el megasoneto, al que definía como "un compuesto de ciento noventa y seis sonetos formados por catorce series de catorce unidades". Escribió cuatro de ellos: "Nepente", "Revenar", "Todavía" e "Item más". Recibió innumerables distinciones, aunque el canon argentino lo ignoró sistemáticamente e incluso hasta el día de hoy. No sé si por la consabida necedad de los cánones o porque casi no "bajaba" a Buenos Aires.
            Para los interesados en conocer algo más de este intelectual de excepción, en mi recientemente reeditado libro "Así se escribe un cuento" incluí la primera entrevista que dio Filloy, y que hice y publiqué en la revista "Puro Cuento" en 1986.

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