Acabé de leer "El baile", de Irene Némirovsky (1903-1942), y sentí
que era testigo de otro fragmento de una vida tremenda. Y digo otro porque de
esta notable escritora leí, hace
varios años, una novela titulada "David Golder" que me pareció una historia magnífica y trágica. La leí justo después de participar en el Festival de Cine de Biarritz, creo que en 2006, y ya entonces me deslumbraron la prosa delicada, los detalles exquisitos, el refinamiento y la hipocresía imperantes en la alta burguesía francesa.
De familia judía muy rica, esta autora era una
muchachita cuando sus padres huyeron de la revolución bolchevique de 1917 y se
radicaron en París. Allí Irene tuvo una vida intensa y mundana, se licenció en
Literatura en la Sorbona y empezó a escribir. Luego estalló la Segunda Guerra
Mundial, el cáncer nazi se extendió con su veneno y esta sensible escritora fue
deportada y murió en un campo de concentración antes de cumplir 40 años.
"El baile" es una pequeña novela
sobre el ascenso social a cualquier costo, el cinismo burgués y los lazos
familiares sostenidos en el puro egoísmo. Es la historia de una muchachita de
14 años resentida por las prohibiciones impuestas por una madre autoritaria y
un padre estúpido que sólo ha tenido suerte en la Bolsa. El tema de la novela
es la crueldad, y se lee como un buen cuento largo.
Aunque la contratapa exagera innecesariamente ("obra
indispensable de uno de los grandes escritores del siglo XX" y otras líneas
chocantes) "El baile", como todo lo que escribió en su corta vida
esta notable narradora, se defiende perfectamente por su calidad intrínseca. Némirovsky
es una escritora inquietante, intensa y original, que vale la pena seguir de
cerca, sobre todo ahora que está siendo editada en nuestra lengua (Salamandra).
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También he venido leyendo, y es hora de rendirles homenaje, los libros de la
magnífica colección Anagrama-Página/12. Los tengo casi todos, y algunos los
conocía de otras ediciones. Una maravilla de selección, de más de 40 títulos de
literatura universal contemporánea, a muy bajo precio y de venta en kioscos de
periódicos, como todo lo que publica este diario en el que escribo desde su
fundación en 1987.
Entre los libros que hoy quiero recomendar está
la "Autobiografía Sucinta y Correspondencias" de Witold Gombrowicz.
Es muy interesante apreciar cómo concebía el arte y la literatura el maestro
polaco (1904-1969) que vivió casi treinta años en la Argentina (en Buenos Aires
y en Tandil) y fue autor de áridas novelas como "Ferdydurke",
primero, y "Transatlántico" años después, además de un notable "Diario"
(fragmentos del cual se incluyen en este libro) y de algunos cuentos luego
conjuntados en el volumen titulado "Bacacay".
Esta autobiografía es, en esencia, una
recopilación de entrevistas que Gombrowicz concedió, así como de las cartas que
cruzó en Francia con Jean Dubuffet, el genial pintor que es justamente
considerado padre del "Art Brut". Libro raro pero imposible de
abandonar, es en sí, también, una clase de modernismo y de estética contemporánea.
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Dentro de esta misma colección hay por lo menos otros tres libros que me
parecen recomendables. En primer lugar y sin dudas, los maravillosos cuentos de
Roald Dahl (1916-1990), el extraordinario narrador galés de origen noruego que
es más conocido como un clásico de la literatura para niños. ¡Pero qué cuentista,
señoras y señores! El pequeño volumen se titula "Relatos de lo
inesperado" y contiene seis joyas literarias, una media docena de cuentos magistrales
y nada comunes en los que la trama jugosa y la sorpresa del final te dejan
entre alterado, fascinado y con ganas de aprender a escribir así. Y eso porque
al terminar de leer este libro que es un libro en el que cada cuento es mejor
que el anterior, siendo que todos son excelentes, uno se queda con la rara
sensación de lo inhabitual. Y miren que yo he leído cuentos en mi vida, ¿eh? ¡Qué
maestro, Dahl! Realmente, no se lo pierdan.
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Los otros dos libros de esta colección que hoy quiero comentar, también tienen
lo suyo: "Los bárbaros" es una versión sintetizada del poderoso
ensayo del notable narrador, periodista y ensayista italiano Alessandro Baricco
(1958), que es uno de los libros más impactantes de las últimas décadas. En
esta versión hay una breve síntesis del original, que bien puede ser tomada
como una introducción al pensamiento de Baricco. Sus puntos de vista sobre el
vino, el fútbol, los libros y Googgle son, por lo menos, brillantes
provocaciones. Y esta selección funciona como eficaz invitación a dar el salto.
El otro libro es "Mi hermosa lavandería",
guión cinematográfico del narrador y dramaturgo británico de origen pakistaní Hanif
Kureishi (1954). Prologado por un texto autobiográfico del autor, centrado en
la experiencia de ser extranjero y diferente en Inglaterra, el texto es
atractivo por esa misma razón: uno asiste a una historia de marginalidad y
xenofobia, tratada con crudeza y humor. No he visto la película, pero como guión
es bien interesante. •
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