Hoy fue un día absolutamente
especial. Demasiado, quizás, porque la vida hoy me hizo otro regalo que no sé,
realmente no sé si merezco. Por decisión democrática de la comunidad educativa
y aprobado por las autoridades educativas de la Provincia de Buenos Aires, se
impuso mi nombre a la Biblioteca de la Escuela Primaria Num. 63 y Secundaria
Num. 64, de Bernal Oeste, Municipio de Quilmes.
Es una
barriada de trabajadores y familias con muchísimas carencias, fábricas cerradas
desde 2001 y alta conflictividad social (está al lado de la así llamada Villa
Itatí) pero donde hay, intacto y hermoso, un extraordinario y conmocionante
amor a la educación pública. Mas de 700 chicos y chicas se nutren de lecturas
en esta biblioteca, dirigida por Helga Aquino Wendling, una experimentada y
heroica docente bonaerense, quien con Rosa Veloso y decenas de profes de todas
las disciplinas hoy me dieron una clase magistral de amor, coherencia,
abnegación y fuerza.
Cientos
de chicos y chicas de todas las edades pintaron los pasillos con portadas y
citas de mis libros, leyeron mis cuentos en voz alta, representaron algunos,
hicieron filmaciones caseras de otros y me entrevistaron en la modestísima
radio de la escuela. Y todo con un afecto como sólo los chicos saben dar.
No supe
no lagrimear durante un par de horas y cuando me tocó hablar les dije que en
realidad yo era nadie, que el aplauso era para esas maestras y profes y toda
esa comunidad educatiba, y que sólo la Literatura, esas docentes y el azar me
habían llevado hasta allí. Y que si la palabra GRACIAS fuera un verbo yo con
ellos habría aprendido a conjugarlo en todas sus variantes.
Volví a
la capital y subí al avión para volar al Chaco sintiéndome y sabiéndome más
millonario que Paul Singer y todos sus buitres juntos.
Gracias Mempo!! Este será un día inolvidable para quienes tuvimos el privilegio de vivirlo juntos!!!
ResponderEliminarUn abrazo!
Helga