http://www.buenosairesherald.com/article/203016/impenetrable-justice
Y aquí la versión en castellano, en Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-286237-2015-11-16.html
La Justicia Impenetrable
Muchas veces parece que así como se lapidó a las policías heredadas de la
dictadura, así también podría hablarse de una "maldita Justicia".
Mientras la Corte Suprema se esmera en complacer al macri
-radicalismo
que suponen los nuevos cortesanos que será gobierno, primero anulando
subrogancias como quería la corporación judicial y ahora rechazando una
apelación de la AFSCA contra una cautelar en favor del Grupo Clarín, y mientras
en el Chaco es atacado brutalmente por presuntos policías el Dr. Mario Bosch, presidente del Comité de Prevención de la Tortura, esta columna regresa para
ocuparse otra vez del catastrófico estado de los otrora maravillosos bosques de
El Impenetrable. El cuestionado sistema judicial argentino, federal y de
provincias, tiene que ver en el asunto.
Y es que muy posiblemente coludidos con abogados que
fungen como propietarios de hecho de un Parque Nacional que el Estado Argentino
a través de la Administración de Parques Nacionales se empeña en no ocupar ni mucho
menos cuidar, las Señorías de la chaqueña ciudad de Castelli parecen proteger
de hecho a quienes están en posesión de 130.000 hectáreas que se degradan hora
a hora por la devastación y el descuido ambiental de un territorio único que,
en lugar de centro turístico y de desarrollo social de miles de habitantes de
la región, hoy funciona como vulgar coto de caza de furtivos especialistas en
matar especies animales y arbóreas en extinción.
Esta semana se conoció una “sentencia" de
supuesto amparo, por la que se autoriza a ingresar al PNEI sola y exclusivamente
a personas autorizadas por las direcciones de fauna, bosques o recursos
naturales, quienes deben comunicar "previamente" sus visitas e "individualizando
los vehículos" a ser utilizados, todo lo cual deberá ser "presentado
ante el juzgado previo al libramiento del permiso". O sea, nada. Y queda
excluído expresamente el reingreso de la veintena de instituciones
ambientalistas que custodiaron este Parque hasta hace un año y consiguieron una
ley nacional para que entraran guardiaparques profesionales de la APN. Los
cuales nunca entraron de lleno y no garantizan el patrullaje de estos bosques
milenarios.
El "fallo" es escandalosamente ambiguo cuando
es urgente que el Estado tome posesión de una vez de este territorio, independientemente
del pago expropiatorio, que está en proceso y listo para completarse. Mientras
tanto, hay decenas de organizaciones listas para los estudios y cuidados
necesarios. Lo cual es impedido por quienes dizque "protegen" a los aún
no probados herederos.
En
el fragor electoral las Cortes, de la Nación y del Chaco, tornan imposible no
pensar que hacen silencio o avalan chicanas jurídicas por ignorancia, porque no
les importa la naturaleza o directamente por corrupción. Como lugareño y
conocedor de El Impenetrable, tengo derecho a sospechar de jueces que mantienen
al PNEI en estado de total indefensión, además de que incumplen una ley de la
nación en un territorio que es federal, porque fue cedido a la APN, organismo
público hoy igualmente sospechable.
Está claro que todos esperan que el 22 gane la derecha dura para que
entonces nosotros, los ambientalistas defensores del aire puro, dejemos de
fastidiarlos.
Recorrí la región todo este fin de semana, visité pueblos aborígenes y
estuve con docentes que son mis amigos, y vi que la degradación ambiental es
cada vez mayor. Camiones cargados con algarrobos y quebrachos cortados sin
permiso van uno tras otro, cada día y en cualquier ruta chaqueña. En la 5, por
ejemplo, que une Castelli con Pampa del Infierno, la devastación es brutal y
hoy impera el olor intenso y asqueroso del glifosato que arrojan avionetas fumigadoras
sobre escuelitas de monte en las que resisten, silenciosas y adoloridas, las
mejores personas de este país. Los inexistentes controles favorecen la tala
clandestina que acaba ahora con algarrobos y palosantos, como ya liquidaron los
quebrachos colorados. Y tan animales son que, además y para colmo, se llevan
los troncos sin siquiera dejar que los lugareños aprovechen los ramajes para
leña casera. Incendian todo y a la vista, y luego a la vera de los caminos se
suceden plantíos clandestinos de soja y girasol sobre banquinas públicas. ¿Ningún
juez habrá pasado por ahí?
La ausencia del Estado es evidente y grosera, y duele. Sobre todo si se escucha
en la radio a patanes dizque "del campo" exhortando a que la sociedad
argentina se suicide, nomás, en acuerdo con el votoblanquismo y la izquierda
incurablemente estúpida que tenemos. Y encima hay que soportar que quienes se
postulan para que dizque "cambiemos" son los mismos que jamás han
dicho una palabra sobre este gigantesco crimen de lesa ecología.
El gobierno chaqueño, que impulsó la defensa de estos territorios y la
sanción de la ley de PNEI, ahora está de salida y aunque aquí el FPV ganó las últimas
elecciones por paliza nadie se atreve a predecir el futuro. Y lo cierto es que
más de un
año después de la creación del Parque, todavía ningún guardaparque cuida la
vieja estancia La Fidelidad.
Y encima la presión de los agronegocios
para modificar los Ordenamientos Territoriales es implacable y prenuncia la destrucción
final del ecosistema chaqueño porque nada, ningún experimento genético nos va a
devolver los bosques milenarios del Chaco.
Y el
desarraigo de miles de familias que lo habitan –cabe recordar que la
característica peculiar de esta floresta es que son bosques con gente– será
como echar alcohol sobre el fuego de la tragedia social que se avecina si ganan
el 22.
En ese contexto, esta "sentencia" judicial chaqueña es, por lo
menos, inadmisible. Y después hay algunos que se molestan cuando uno escribe
que casi toda la justicia de este país da vergüenza. •
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