Aviso por los comentarios

AVISO: Es probable que en algunas redes sociales existan cuentas, muros o perfiles a mi nombre. NADA DE ESO ES VERDADERO.

Las únicas 2 (dos) vías de sociabilidad virtual que manejo son este blog y mi página en FB. Ninguna otra cuenta, muro o perfil —en Facebook, Twitter o donde sea— me representa. Por lo tanto, no me hago cargo de lo que ahí puedan decir o escribir personas inescrupulosas.

jueves, 27 de noviembre de 2014

MÉXICO: El exilio que hemos vivido

Este libro lo escribimos hace años con mi amigo y compañero Jorge Luis Bernetti. Este año se reeditó en Buenos Aires, por editoria Octubre. He aquí el texto de presentación de la editorial:

Jorge Bernetti llegó a México en agosto de 1975; Mempo Giardinelli, apenas después del golpe de 1976. Ambos volvieron a la Argentina en diciembre de 1984. Durante ese tiempo fueron protagonistas de un pedazo apasionante de la historia argentina y latinoamericana. Y al final de ese proceso comenzaron a gestar este libro para hacer “recuentos y memoria”, como pedía León Felipe, escudriñando agudamente la vida… 

México fue para los refugiados argentinos que huían de la atrocidad de la dictadura y sus vísperas un paisaje extraño, muy diferente a lo que dejaban, tan mestizo, tan poco europeo. Un lugar del que ignoraban casi todo, y donde el smog, el transporte, la comida y el agua potable parecían rivales difíciles de vencer. Pero con un pasado y una cultura impresionantes, y una historia de solidaridad con los exiliados que pronto apreciaron en carne propia. 

En estas páginas desfilan los nombres propios de ese exilio, los procesos de adaptación, los debates políticos, la organización, la resistencia, pero también la vida cotidiana, la búsqueda de trabajo y de vivienda, la educación de los hijos, las crisis de pareja. Y las angustias, las dificultades diarias, ese indefinible sentimiento de culpa. Cómo se vivió el Mundial, la “contraofensiva”, la Guerra de Malvinas, los escándalos que involucraron a la colonia argentina. Cómo se votó en 1983 y los fantasmas que despertaba el ansiado regreso. 

Una historia imprescindible, apasionante y contada con el reconocido talento de Giardinelli y Bernetti.

domingo, 23 de noviembre de 2014

martes, 11 de noviembre de 2014

Un regalo en una Biblioteca de Bernal Oeste

Hoy fue un día absolutamente especial. Demasiado, quizás, porque la vida hoy me hizo otro regalo que no sé, realmente no sé si merezco. Por decisión democrática de la comunidad educativa y aprobado por las autoridades educativas de la Provincia de Buenos Aires, se impuso mi nombre a la Biblioteca de la Escuela Primaria Num. 63 y Secundaria Num. 64, de Bernal Oeste, Municipio de Quilmes.
   Es una barriada de trabajadores y familias con muchísimas carencias, fábricas cerradas desde 2001 y alta conflictividad social (está al lado de la así llamada Villa Itatí) pero donde hay, intacto y hermoso, un extraordinario y conmocionante amor a la educación pública. Mas de 700 chicos y chicas se nutren de lecturas en esta biblioteca, dirigida por Helga Aquino Wendling, una experimentada y heroica docente bonaerense, quien con Rosa Veloso y decenas de profes de todas las disciplinas hoy me dieron una clase magistral de amor, coherencia, abnegación y fuerza.
   Cientos de chicos y chicas de todas las edades pintaron los pasillos con portadas y citas de mis libros, leyeron mis cuentos en voz alta, representaron algunos, hicieron filmaciones caseras de otros y me entrevistaron en la modestísima radio de la escuela. Y todo con un afecto como sólo los chicos saben dar.
   No supe no lagrimear durante un par de horas y cuando me tocó hablar les dije que en realidad yo era nadie, que el aplauso era para esas maestras y profes y toda esa comunidad educatiba, y que sólo la Literatura, esas docentes y el azar me habían llevado hasta allí. Y que si la palabra GRACIAS fuera un verbo yo con ellos habría aprendido a conjugarlo en todas sus variantes.
   Volví a la capital y subí al avión para volar al Chaco sintiéndome y sabiéndome más millonario que Paul Singer y todos sus buitres juntos.

Un momento trascendente en materia de derechos humanos

Comparto este artículo, que firmamos a diez manos con el Rabino Daniel Goldman, Roberto Tito Cossa, Fortunato Mallemaci y Alejandro Mosquera.

Se publicó en el diario Página/12 el viernes 7 de Noviembre, y el domingo 9 en el The Buenos Aires Herald. He aquí las dos versiones:

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-259281-2014-11-07.html

http://buenosairesherald.com/article/174254/the-need-to-open-the-church%E2%80%99s-files-remains

sábado, 8 de noviembre de 2014

LECTURARIO # 30 - Devetach, Ravelo, cuentos y más cuentos

* Confieso que tengo mis reparos respecto de cierto tipo de libros dizque de literatura infantil. Ante todo porque no me gustan las modas, que son la cosa más idiota que hay (bien decía Oscar Wilde que son tan tontas que hay que cambiarlas cada seis meses) y también porque muchas veces resultan textos cortos, pretenciosos o moralistas, llenos de diminutivos, con lindos dibujos y supuestamente "fáciles" de leer.
            Así es como se produce mucha escritura desdeñable. Y se ignora aquello tan lúcido que dijo alguna vez Fernando Pessoa: "Ningún libro para niños debe ser escrito para niños".
            Y asimismo rechazo algunos de esos grandes libracos que también están de moda, en los que hay un texto minúsculo, casi un no-texto y muchísimas veces más bien tontín, con ilustraciones preciosas. Yo respeto lo que cada creador quiera hacer, pero con la misma firmeza me resisto a considerar que eso es Literatura. En todo caso, algunos de esos me parecen libros para papás con dinero que pueden darse esos gustos, ellos, porque los chicos —lo he comprobado más de una vez— los miran y siguen de largo.
            Sé que es duro esto que escribo, pero viene a cuento de una lectura muy gratificante que me interesa destacar. "El petirilío", de Laura Devetach, es un magnífico ejemplo de la buena, la gran literatura para niños (que no "infantil", adjetivo que en general evito) que se produce en nuestro país.        
            "El petirilío" es una maravillosa obra de teatro que fue estrenada en Córdoba en 1967 y que parece que no estaba publicada en forma de libro, pero que ahora la notable editorial cordobesa Comunicarte rescata, con estupendas ilustraciones de Rosa González.
            Es un libro divertido, intenso y profundo, un texto lleno de densidad y ocurrencia que sale completamente del común de este género. Un texto, por cierto, que si ya no es un clásico estoy seguro de que va camino de serlo. Hay sustancia en esta historia disparatada precisamente porque hay texto, hay poética y hay música, fantasía, humor. O sea, todo lo que sí llega al alma de los humanos. Incluyendo desde luego a los de poca edad.

* De Medellín traje, y leí de a ratos, una estupenda revista-libro que me llena de nostalgias y emociones porque es, aunque ellos no lo declaran, un homenaje a la revista mexicana "El Cuento" y a mi vieja y argentina revista "Puro Cuento".
            Ésta se llama "Odradek" y la hace y edita un grupo de paisas notables encabezados por Elkin Restrepo, cuentista de mi generación, empeñoso y tenaz, que lleva algo más de una década publicando cuentos colombianos y de todo el mundo. A mí me obsequiaron un ejemplar de 2009 (con textos algo irregulares, de autores/as que yo no conocía); otro titulado "22 cuentos colombianos" publicado en 2012 como edición especial por el décimo aniversario de la revista y que incluye excelentes textos de narradores que aprecio como Consuelo Triviño, Harold Kremer y Octavio Escobar Giraldo. Y también "El pozo y el péndulo", flamante antología del cuento colombiano editada en 2014 que incluye relatos de Manuel Mejía Vallejo, Juan Diego Mejía y otros autores/as notables de la muy notable literatura reciente de Colombia.
(Castor & Polux y Silaba Ediciones).

• Por cierto, el colega mexicano Alfonso Pedraza me envía un ejemplar de su compilación de minificciones en homenaje a Don Edmundo Valadés, creador de la revista "El Cuento". El título del libro, cuidado y precioso, es "Minificcionistas de El cuento, Revista de Imaginación".
            Editado por Ficticia Editorial para su biblioteca del cuento contemporáneo, en este libro están muchos autores, casi un centenar, que trajinaron —trajinamos, porque me incluyen con dos textos de "Soñario"— las formas más breves del género, que era el preferido de aquellos enormes microficcionistas que crearon "El Cuento" en México: Don Edmundo, Juanito Rulfo y Augusto Tito Monterroso.

* Leí en un vuelo "Argos el ciego", de Gesualdo Bufalino (1920-1996), un curioso y hace unos años redescubierto escritor italiano del Siglo XX, y no sé qué decir... No es una historia que me fascine, y quizás lo más llamativo sea su estilo de presentación capitular para una especie de diario de un escritor autoconfinado en un hotel. No está mal, pero la verdad es que me desconcertó. Sentí que había perdido tiempo, por lo menos dos horas de una lectura en la que no pude engancharme. ¿No les pasa a veces que leen un libro durante horas y luego se preguntan si no hubiese sido mejor destinar ese tiempo a otra lectura? (Anagrama-Página/12).

* Ahora que la novela policial dura vuelve a estar de moda (palabra maldita que, caramba, en este texto aparece por segunda vez), tengo la fortuna de leer una novela ardua, pero interesantísima: "La estrategia del pequinés", de Alexis Ravelo, un joven narrador de las Islas Canarias a quien conocí en el reciente Festival Córdoba Mata, al que ambos fuimos invitados.
            Allí, durante un almuerzo, me obsequió este libro con una dedicatoria enjundiosa, una alusión a la influencia recibida de mi "Luna Caliente" y encima tratándome de "querido maestro". Confieso que eso hizo que yo leyera esta novela con alguna reticencia. Que por fortuna se disipó con las primeras 50 páginas, porque es una novela fascinante y convincente con la que Ravelo obtuvo, y yo diría que mereció, el Premio Dashiell Hammet 2014.
            La trama es durísima y hace honor a la mejor tradición del para mí muy familiar Género Negro. Hay allí algunos tipos delineados con maestría, y una mujer inolvidable, Cora, que es de esos personajes que se te quedan en la memoria para siempre. De veras, y eso no es algo muy frecuente en este género.

            Con tiros y muertos, mucha sangre, narcos y polis corruptos, el texto no deja de moverse —a veces, es cierto, algo borroso de tanta sangre— y te lleva de las narices y te deja sin respiro. Estupenda, recomendabilísima novela. (Alrevés).

domingo, 2 de noviembre de 2014