El martes pasado, en el programa "Palabras más,
Palabras menos", por TN, pronuncié una idea que vengo reiterando en
diversos medios, desde hace algunas semanas: "Me parece grave para la
democracia argentina que hoy el jefe de la oposición sea un periodista".
Un querido amigo y colega del diario La Nación, hoy
domingo, y sin mencionarme, se refiere a una supuesta campaña del gobierno,
cuya estrategia sería combatir —el verbo es de su artículo— a ese periodista.
No voy a polemizar aquí con mi amigo, pero sí diré que su
artículo de hoy se suma, descuento que involuntariamente, a lo que –si fuese
apenas un poquito paranoico— yo sí podría calificar como campaña. Porque desde
que estuve en el mencionado programa televisivo de TN, el martes, recibo furiosos
ataques y descalificaciones mediáticas, tanto en Twitter como en Facebook, e
incluso en mi bandeja de mailes, con acusaciones feroces, distorsión de viejos
textos que firmé hace años y en otro contexto, y desdeñando mi trabajo
intelectual. Y eso además de que, oh sorpresa, es la primera vez que no se sube
dicho programa a Youtube.
Este episodio me reafirma en la idea de que cuando uno es
realmente independiente de pensamiento, ese pensamiento libre resulta
inaguantable, tanto para el poder como —y especialmente— para quienes cascotean
al poder. •
seh, parece que no es posible el pensamiento independiente (o pensamiento a secas?), parece que tenés que ser amigo o enemigo, apoyar o ser opositor, k o gorila. Acaso no puede uno pensar y apoyar algunas cosas y no otras; oponerse a algunas cosas y no a otras?
ResponderEliminarSé que no se basa en esto tu texto pero viste, cada uno lee con sus propios atravesamientos!
Salud a tus textos y saludos!! siempre un gusto leerte.