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jueves, 8 de enero de 2015

LECTURARIO # 33 - Cubanos, Padilla, Moyano, Saldarriaga y más

* Leo con agrado "Deshacer el amor", antología de cuentos cubanos contemporáneos organizada por Alex Fleites y editada por la Universidad Veracruzana (que, por si no lo saben, con sede en Xalapa es una de las mejores casas editoriales de México).
            Mi agrado no es por el amor deshecho, desde luego, sino por la felicidad que producen los siete cuentos que integran esta estupenda antología. Allí están los mejores, entre ellos algunos amigos entrañables. Ya conocía el cuento de Senel Paz, que es una joyita, y ahora me rindo también ante la deliciosa "Amada Luna" de Leonardo Padura, el "Paseo por el Malecón" de Reinaldo Montero y el notable relato de un autor que no conocía hasta ahora: Luis Manuel García Méndez. No es un libro fácil de conseguir en Argentina, pero vale la pena buscarlo.
           
* Libro raro, de ardua lectura, es "Las fauces del abismo", de Ignacio Padilla. Colega y académico admirable, convivimos como jurados una semana en Bogotá el año pasado y allí me obsequió este libro, que demoré unos meses en leer. Y qué bien la demora, porque no es un libro para deglutir de volada sino que exige una detenida atención, acaso una cierta competencia lectora. Son cuentos sobre invenciones, monstruos, bestias, hallazgos, espejismos y ejercicios de alquimia en los que, al menos para mí, no importan tanto la desbordante imaginación de Padilla como el bruñido de su prosa exquisita, casi perfecta. (Oceano).

* "Conversaciones con Daniel Moyano. Viaje alrededor de sus mitos", es el título de un libro de Juan Croce, de apariencia modesta pero con buena pulpa. Durante el breve, fugaz regreso del inolvidable escritor riojano a Córdoba, luego de la dictadura, su amigo lo recupera en fragmentos de cuentos y novelas, anécdotas y recuerdos. Con encanto y afecto, muestra a un Daniel Moyano (1930-1992) auténtico.
            Reconocí en este libro las inmensas ganas de volver y el inmenso miedo que tenía Daniel, a quien conocí en Madrid a fines de los 80, conflicto que no pudo resolver y así al final se fue quedando. Esto se aprecia también en la entrevista que le hice para Puro Cuento e incluí en mi libro "Así se escribe un cuento". Pero este libro de Croce desató en mí, además, la sensación de pena y fastidio porque hoy casi no se lee la obra de este escritor excepcional, dueño de un mundo imaginario único y sorprendente, a quien —para variar— el canon argentino sigue ignorando. Autor de cuentos memorables ("Tía Lila" sigue siendo mi favorito) y de novelas fundamentales como "El Oscuro", "El trino del diablo", "Libro de navíos y borrascas" y "Tres golpes de timbal", el silencio al que parece hoy condenado es simplemente absurdo. (Ediciones Rosa Rosarum, Córdoba).

* Leo dos libros de John Saldarriaga, periodista y narrador de Medellín, donde trabaja en el diario "El colombiano". El primero se titula "Vida y milagros" y tiene un tono obviamente periodístico que deviene, claro, de su experiencia como cronista y es, en mi opinión, su mejor registro: original, buen observador, incisivo y hasta audaz en sus conjeturas. Leí con especial interés este libro, en el que encontré una inesperada, cálida y fascinante serie de artículos sobre Gabriel García Márquez, su entorno, sus amistades de infancia y cómo lo recuerdan en su pueblo, Aracataca.
            Menos atractivos me resultaron los relatos ficcionales del otro libro, "El alma de las cosas", entre fantásticos y animistas pero, para mi gusto, menos convincentes. (Universidad Pontificia Bolivariana).

* Recibo y leo también "La otra dimensión. Literatura Infantil y Juvenil: escrituras y experiencias", de María Luisa Miretti, quien dirige la Maestría en Literatura para Niños, de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Luchadora incansable por la promoción de la lectura y maestra de varias generaciones de mediadores y especialistas en la llamada "LIJ", aquí trata algunos temas interesantes como la cuestión del héroe y cómo disfrutar esta literatura, aunque la mayor parte del libro es una especie de antología de entrevistas breves o fragmentos, algo desparejos, a más de treinta autoras y autores del género (Ediciones Espacio Santafesino).

* Con la dirección de Gustavo Forero Quintero, académico de la Universidad de Antioquia y creador-director del festival Medellín Negro, la Editorial Planeta de Colombia está publicando una serie de libros bajo un título común: "Laboratorio de Medellín". Allí se recogen, cada año, ponencias y artículos de especialistas y aficionados al género negro que han pasado por dicho festival. Acuso recibo de dos de estos libros: "Novela negra y otros crímenes" (2013) y "Víctimas, novela y realidad del crimen" (2014), útiles para quienes nos dedicamos al género.

* "Pelota Jára" significa, en Guaraní, "el dueño de la pelota". Y ése es el título que eligió un notable colectivo de autores paraguayos dirigidos por Sebastián Ocampos (editor de la muy recomendable revista digital revistay.com) para la edición de esta antología de cuentos futboleros, prologados por un experto conocedor de la literatura del Paraguay, el académico de la Universidad de Valencia, España, José Vicente Peiró Barco. Y cuyo plato fuerte es el cuento que cierra el volumen: "El crack", de Augusto Roa Bastos.


* "Hacer sufrir" es el título de un notable ensayo del penalista Alejandro Alagia, que aunque no es literatura en sentido ficcional, sí es un libro sorprendente. Especie de tratado sobre la violencia y la crueldad, es un texto denso y por momentos chocante, pero imprescindible si se quieren comprender ciertas conductas argentinas. Amargo y duro, pero necesario y para leer de a poco. (Ediar).

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