• Eduarda Mansilla.
Entre-ellos. Una escritora argentina del Siglo XIX es el título del nuevo libro
de Irene Chikiar Bauer, investigadora que ya elogié aquí a raiz de su estupenda
biografía de Virginia Wolf.
En este caso Chikiar recorre la vida y la obra de la acaso más notable
intelectual y escritora de los inicios de la literatura nacional. Casada con el
diplomático Manuel García Aguirre, Mansilla vivió casi dos décadas en los
Estados Unidos y Europa y produjo una obra que se ha revalorizado muy
lentamente, y que ya es hora de que integre a pleno el esquivo canon literario
argentino.
Sorprendente e interesantísimo,
por lo bien informado y por su amenidad, el libro de Chikiar se abre con un
estudio preliminar sobre el escritor-intelectual y el arduo lugar de la mujer
en el Siglo Diecinueve argentino. Sigue con el análisis de sus tres novelas
—"El médico de San Luis", "Pablo o la vida en las pampas" y
la ya clásica "Lucía Miranda"— y se detiene en dos notables cuentos
de tema fáustico, típicamente europeos y un tanto góticos como era, si diría,
natural en aquella época en la que leer a Goethe era imperativo.
Compositora y competente lectora, esta sobrina de Rosas,
amiga de Sarmiento y hermana y colega del famoso general Lucio V. Mansilla,
militar y autor hoy canonizado, Eduarda fue una mujer que siempre quiso
destacar en el campo literario e intelectual. De fuerte personalidad y un tesón
admirable, lo logró a pesar del ambiente hostil que imperaba en aquellos
tiempos, destacando también en el ejercicio del periodismo en casi todas sus vertientes:
política (sobre todo europea, pero también la nacional), efemérides, música,
arte, modas y educación. (Biblos).
• También quiero destacar Tanto
correr, que es la cuarta novela del prolífico, intenso joven escritor chaqueño
Mariano Quirós. Para mí la más promisoria figura de la literatura del Nordeste
argentino, a los 34 años Quirós ha obtenido un premio por cada una de sus
novelas anteriores que yo he leído: Robles, Torrente y Río
Negro. A manera de saga, con todas ellas ha creado un atractivo y nítido
ambiente urbano de clases medias provincianas.
En esta novela, también galardonada en España con el
Premio Francisco Casavella 2013, hay una fuerte primera voz que narra la niñez,
adolescencia y madurez de un joven de típica familia pequeño-burguesa de
provincia argentina entre los años 80 y el inicio del tercer milenio. Signado
por una impresionante carga de ideales, prejuicios, frustraciones y
desencuentros, todas materias paradigmáticamente argentinas, el libro resulta intenso
y de amable y jugosa lectura, salvo quizás cuando el autor se demora en relatos
de episodios excesivamente realistas, como los de las torturas en tiempos de
juntas militares y de la hoy llamada "masacre de Margarita Belén".
Allí la literatura se extravía un tanto al dar paso a exposiciones que más
tienen que ver con la historia, el periodismo y la política. Pero de que Quirós
es una apuesta segura de la actual joven literatura argentina, no tengo dudas. (Destino).
• Acabo de releer también Tal
cual, que es uno de los más notables libros de cuentos de mi maestro Juan
Filloy, y que es parte, cabe consignarlo, de una colección que se viene
publicando en Buenos Aires desde hace unos pocos años: la Biblioteca Juan Filloy,
estupenda selección de lo mejor de la obra del gran maestro cordobés. En
cuidadas y atractivas ediciones, la editorial El cuenco de plata lleva
publicados más de diez de sus principales títulos, incluyendo sus novelas
fundamentales ("OpOloop", "Estafen" y "Caterva",
entre ellas), así como algunos de sus cuentos, dramas y palindromos.
Releyendo Tal cual he vuelto a celebrar su prosa
excesiva y obsesiva, que es a la vez característica, fascinación, sello y
obstáculo en la prosa filloyana. O, si se quiere, es muestra cabal de su empecinada
autoexigencia, que lo llevaba a buscar lectores competentes a los que por eso
escogía y les zampaba sus obras heterodoxas, originalísimas y siempre arduas.
En estos cuentos conviven las vidas de inmigrantes con la
criminalística, la locura, la coprolalia, la psiquiatría, el derecho y la
traición, así como pasiones sexuales narradas como en su época no se hacía y todo
en un tono de erudición abrumadora e imaginación desaforada, típicas de este
hombre y este escritor que fue absolutamente impar. Por eso cuesta tanto
leerlo, ciertamente. Y desde ya que no faltarán los que piensen que Filloy es
hoy antimoderno, pero cuánto placer produce sumergirse en sus redes textuales. Yo
entré en ellas siendo muy joven y quizás por eso él fue para mí no sólo un maestro
de literatura sino también de vida.
En fin, que no se imaginan cuánto placer me produce ver
que finalmente su obra está en las librerías argentinas al alcance de todos los
lectores. No puedo menos que celebrar estas decisiones editoriales, que vengo estimulando
desde hace más de treinta años, y no me importa si los editores de El cuenco de
plata jamás se enteraron de todo lo que yo escribí sobre este maestro y su vasta
producción. Filloy ahora vive en su obra recuperada, y eso es lo que importa.
• Enviado por su autor el
jurista Andrés Harfuch, leí su estupendo libro El juicio por jurados en la
provincia de Buenos Aires. Material extraliterario, desde ya, pero lleno de
ideas interesantísimas, incluso apasionantes, acerca de uno de los grandes
temas que el Derecho Argentino se resiste a debatir. Iniciado en Córdoba y
luego en Neuquén como forma de justicia directa, y propuesto pero frenado en casi
todo el país, al menos ahora el juicio por jurados que ordenaba ya la
Constitución de 1853 está entrando en la agenda jurídica nacional. No es poco,
y Harfuch es, sin dudas, uno de sus pioneros y notable teórico. Muy
recomendable para abogados, escribanos y gente del oficio. (Editorial Ad-Hoc).
• Otro libro heterodoxo pero
capaz de calar profundo en los lectores, es el ensayo histórico de mi
comprovinciana Clara Beatriz Korytnicki, titulado Desnudando mi origen y
que es uno de los trabajos más vívidos sobre el horror de Auschwitz y el
nazismo. Es la historia de la madre de la autora, quien aún vive (tiene 94
años) y es en el Chaco un testimonio vivo del Holocausto, con sus escalofriantes
números sellados en el antebrazo. Este libro recupera su memoria viva y saca a
la luz, expone y analiza éticamente el sentido mismo de la supervivencia. Mucho
más que una memoria familiar, el relato de Irene, la sobreviviente, es un
llamado de atención a la conciencia de la humanidad. Conmovedor y necesario.
(Cospel ediciones).
• Finalmente, en estos días
leí también Los derechos políticos de la mujer, un estupendo estudio de
sociología política y de género, esencialmente acerca de la evolución del
derecho al voto femenino en la historia argentina. Su autora es Silvana
Palermo, docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento, quien hace un
rescate crítico de los proyectos y debates parlamentarios al respecto entre
1916 y 1955. Un tramo fascinante del libro, por cierto, en el que se pueden
leer los argumentos en favor o en contra del voto, según fueron las posiciones de
decenas de hoy célebres legisladores. (Jefatura de Gabinete - UNGS).
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