• En estos días leí,
confieso que con años de demora, una novela impresionante de John Steinbeck: "De
ratones y hombres" (Edhasa), una clase magistral de narrativa que yo tenía
postergada inexplicablemente. Porque a mí me encanta Steinbeck, de quien leí
hace años "La perla" y "Viñas de ira", con la que ganó el
Nobel en 1962, además de fascinarme hace años la película "Al este del
paraíso", basada en su novela del mismo título y dirigida por Elia Kazán.
De un realismo social que evidentemente influyó en el Boom latinoamericano (aunque
no circule esta conjetura, que yo sepa) esta novela de 1937 a mí me dio vuelta.
Una maravilla absolutamente recomendable, que muchos críticos consideraron en
su momento la mejor obra de JS.
• "Poemas reunidos"
de Rosario Pedreira (Quetzal), un libro de singular belleza de la notable poeta
portuguesa. Adoré este libro, de lectura lenta y parsimoniosa y que es mucho más que
una reunión de poemas. Es un largo poema sobre el amor, los dolores que
produce, y la supervivencia amorosa. Un libro para agradecer, y que me encantaría
traducir.
• Estoy terminando el librazo
de Irene Chikiar Bauer sobre Virginia Wolf (Taurus). Llevo sumergido más de un
mes en sus casi mil páginas y me sigo admirando ante un trabajo tan exhaustivo
y cuidadoso. No soy experto en la obra de la genial escritora británica, pero
imagino que no debe haber muchas biografías como ésta. ¡Qué investigación!
• "El joven Orozco.
Cartas de amor a una niña" es el título de otra investigación asombrosa.
Ésta es de la muy renombrada periodista mexicana Adriana Malvido (ex alumna mía
en la Universidad Iberoamericana, si me permiten que presuma un poquito), quien
se lanzó en este su tercer libro a la reconstrucción de un amor secreto y
prohibidísimo (la niña tenía doce años): del genial muralista mexicano José
Clemente Orozco. Con cartas y dibujos originales, Malvido construye una especie
de novela de no ficción impactante (Lumen).
• He leído
durante toda una larga noche "La viuda de los Van Gogh" de Camilo Sánchez
(Edhasa), pero confieso que lo hice más por disciplina —alguna gente confiable
lo recomienda— que por verdadero placer. Me pareció un buen libro periodístico,
a partir de una historia interesante y apoyado en una fuerte promoción. Pero no
más que eso.
• "Humo
rojo", de Perla Suez, resultó un libro, para mí, medio raro. Lo leí con
ansia porque quiero mucho a la colega-amiga, y la admiro por su estupenda
Trilogía entrerriana, y en particular sus novelas "Letargo" y
"Complot". Pero esta novela me costó un esfuerzo inesperado. No logré
aceptar a uno de sus personajes, de la etnia Qom, y eso me dificultó la
lectura. Aparte de eso, es una tremenda y audaz versión moderna de Caín y Abel,
la intensidad de cuya trama me reconcilió con el texto en la segunda mitad del
libro. Como sea, igual que a todas las novelas de PS, hay que leerla. (Edhasa).
Tres Lecturas brasileñas
recientes:
• "Kafka, la marca del
cuervo" es el sugestivo título de la biografía del autor de "La
metamorfosis", escrita por la colega brasileña Jeanette Rozas. El libro,
aún no traducido al castellano, recorre la vida y la escritura de Kafka (que
significa cuervo, en Checo) y se detiene en tres historias de amor: con Felice
Bauer (su primera novia), con Milena Jelenskã (historia más conocida) y con Dora
Diamant. (Editorial Geraçao).
• Para especialistas y
aficionados —como soy yo— a la obra monumental y maravillosa del gran escritor
brasileño de literatura para niños, José Monteiro Lobato, recomiendo dos libros
esenciales. Uno es "Monteiro Lobato, libro a libro. Obra infantil", exhaustiva
investigación biográfica y literaria de Marisa Lajolo y João Luis Ceccantini,
de la Universidad del Estado de Sao Paulo (Unesp). Y el otro es "Monteiro
Lobato y el lector de hoy", antología de trabajos académicos organizada
por Ceccantini y Alice Penteado Martha (Editora Cultura Académica). Para
quienes no lo conocen, Monteiro Lobato fue un precursor del relato infantil y
juvenil latinoamericano; desde principios del siglo pasado se convirtió en
lectura necesaria de varias generaciones. La mía, sin dudas, se crió leyendo
las aventuras de Naricita y los relatos de Doña Benita, en las viejas ediciones
(23 libros preciosos) de la hoy desaparecida Editorial Americalee.
¡Hola Mempo! Hace poquito que descubrí este "cosario" tuyo y lo estoy saboreando de a poco. Te quería comentar que a mi me pasó lo mismo con "Humo rojo" de Perla Suez, que leí a principios de este año: ¡algo no terminó de cerrar en esa historia!. Igualmente voy a probar con otros títulos de la autora (hace tiempo que vengo leyendo autores cordobeses porque yo soy de ahí, a pesar de estar ahora viviendo en Venezuela por cuestiones de trabajo). Voy a tratar de conseguir alguna de las otras novelas de ella que mencionás en el post.
ResponderEliminarPor otro lado, siguiendo tu Lecturario anterior, compré "El va y ven de las Malvinas". Me sorprendió lo diminuto de la edición, pero alcancé a "pispear" el prólogo y la cosa promete.
Te mando un cordial saludo y nos seguimos leyendo.
Carlos