Lecturario # 19
• Releí en viaje a la feria
del libro de Fortaleza, Brasil, "La máquina de follar" de Charles
Bukowski (1920-1994). Una colección de cuentos absolutamente disfrutables de
este maestro de la literatura norteamericana de los 50 y 60, escritos con un
desenfado desafiante que en su época se volvió proverbial y que colocó a
Bukowski entre los predilectos de hippies, alcóholicos y demás con sus textos
cachondos, mal hablados y llenos de deliciosas "indecencias". Lo
había leído hace como treinta años y recuerdo que cuando lo publiqué en la
revista "Puro Cuento" nos llegaron algunos reparos. Lo que me encanta
es comprobar que, aún hoy, Bukowski deja chiquitos no sólo a Henry Miller y a
muchos de sus contemporáneos, sino también a muchos que ahora mismo, en pleno
Siglo XXI, creen estar descubriendo el agujero de la guitarra con escenas y
palabrotas pero poca y mediocre poética narrativa. (Anagrama).
• De regreso de ese viaje leí
una interesantísima y original novela de otra escritora argentina del interior
del país. Ese "interior" que para mí y desde hace muchos años es una
categoría en sí misma. Porque ya conocen ustedes, mis lectores, los artículos
en los que sostengo que la literatura argentina es mucho más que la riquísima textualidad
municipal que el canon y la academia consideran desde hace décadas como una
especie de totalidad de la literatura nacional.
En este caso, la sorpresa fue "Trasfondo", intensa novela que me obsequió la narradora Patricia Ratto, docente de Literatura en su ciudad, Tandil, en el Sureste bonaerense. Presentada con lucidez por Martín Kohan, esta novela explora la vida en un submarino de la Armada Argentina durante la Guerra de Malvinas. Con rigor y prosa poética, sin golpes bajos ni regodeos innecesarios, el texto nos sumerge –nunca tan atinado el término– en una poética que combina el encierro, la espera, el miedo, la nostalgia y la soledad de un grupo de hombres que ignoran lo que sucede allá arriba. (Adriana Hidalgo).
En este caso, la sorpresa fue "Trasfondo", intensa novela que me obsequió la narradora Patricia Ratto, docente de Literatura en su ciudad, Tandil, en el Sureste bonaerense. Presentada con lucidez por Martín Kohan, esta novela explora la vida en un submarino de la Armada Argentina durante la Guerra de Malvinas. Con rigor y prosa poética, sin golpes bajos ni regodeos innecesarios, el texto nos sumerge –nunca tan atinado el término– en una poética que combina el encierro, la espera, el miedo, la nostalgia y la soledad de un grupo de hombres que ignoran lo que sucede allá arriba. (Adriana Hidalgo).
• Aunque en un registro
completamente diferente, leí un libro que puedo calificar entre curioso y
trascendente: "Historias del Ejército Argentino 1990-2010: democracia,
política y sociedad", un notabilísimo, llamativo trabajo de Máximo Badaró,
doctorado en antropología social en París, profesor en la Universidad Nacional
de San Martín e investigador del CONICET.
Desde ser la institución más repudiada del país en 1983,
el EA inició un proceso de reconversión muy profundo en su afán de asumir un
rol profesional como jamás había tenido. Así se abandonaron las viejas, delirantes
hipótesis guerreras y las necias pretensiones de encarnar el "espíritu de
la nación".
Este libro revisa ese proceso con seriedad e información.
Sobre todo el cambio cultural, la incorporación de mujeres militares, la
educación superior y profesional, y la cuestión de los Derechos Humanos, son
analizados con agudeza y lucidez. (Edhasa, Temas de la Argentina).
• "Salón Deutschland.
Intelectuales, poder y nazismo" es el título de un libro fascinante,
aunque de muy ardua lectura. Su autor es Wolfgang Martynkewicz, académico de
Literatura de las universidades alemanas de Bamberg y Bayreuth.
Interesantísimo, aunque algo extenso y pesado para el
lector que no se interese específicamente por el debate intelectual, relata
cómo las burguesías germanas se comportaron y participaron, entre finales del
Siglo XIX y comienzos del XX, de la parición del nazismo.
Nobles venidos a menos, empresarios, millonarios esnobs y
políticos de todo pelaje se dieron cita durante décadas en el famoso salón
literario de Munich que da título al libro. Y el cual explica puntillosamente,
de este modo, el apoyo de los intelectuales (muchos de ellos de izquierda) y de
las sofisticadas élites germanas al ascenso de Hitler, quien desde 1923 fue
también habitué de ese salón.
Quizás demasiado detallado con infinidad de nombres y figuras
que han de interesar específicamente a lectores alemanes, de todos modos es sorprendente
el desfile de personajes, y la documentación del libro es excepcional. Se trata
de una investigación profunda sobre el surgimiento de lo peor de la naturaleza
humana en un contexto de noblezas y burguesías intelectuales de esas que siguen
modas y siempre, en materia política, creen creer lo que otros les hacen creer.
Un libro fascinante de leer, espantoso de reconocer y
digno de elogio porque recrea con crudeza una época ominosa de la Europa más
culta y soberbia del Siglo XX. Y porque nos llena de interrogantes acerca de la
infinita capacidad de mal que anida en los seres humanos. (Edhasa). •
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