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domingo, 22 de febrero de 2015

La Marcha del 18 y el extravío de los vocablos

Mi artículo de hoy domingo en el Buenos Aires Herald:
http://buenosairesherald.com/article/182598/18f-march-and-fine-words-gone-astray

Y en castellano en el diario Página/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266692-2015-02-23.html

La marcha del 18 y el extravío de los vocablos

La marcha del 18 fue numerosa. Se pueden discutir el oportunismo de unos cuantos fiscales deslucidos y el de sus mandantes. También el de políticos y dirigentes que debieron meter violín en bolsa y enhorabuena. Pero lo que más llamó la atención fue la impresionante marea de personas muy mayores —hubo poquísimos jóvenes— y el extravío de los vocablos pronunciados.

Todo por el desdichado Alberto Nisman, un fiscal poco brillante en vida, que tuvo en sus manos un asunto que no quiso, no supo o no pudo llevar adelante, paralizando la causa judicial más trascendente que tuvo este país. Que ya venía empiojada por el juez Juan José Galeano, expulsado del paraíso judicial después de 10 años de arruinarla. Los siguientes 10 años estuvieron en manos del pobre Nisman, que acabó suicidándose acaso por miedo, amenazas, vergüenza o desesperación, o bien lo asesinaron al estilo Jean Reno en la memorable "El profesional" de Luc Besson, curiosamente filmada en el mismo aciago año 1994.

Dizque la marcha era "en homenaje" a este joven abogado judío al que todos los sobrevivientes y parientes de víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, casi sin excepción, repudiaron una y otra vez acusándolo de congelar las investigaciones. Pero no se hacen homenajes desde el odio y el resentimiento.

Las consignas eran todas representativas del odio artero, frío y calculado que han sabido inocular los verdaderos convocantes, o sea los multimedios antidemocráticos. Las repitieron sistemáticamente los miles de marchantes, por lo menos un cuarto de millón de personas, lo que no es desdeñable y sí es, guste o disguste, un número impactante. Que motiva esta reflexión.

Porque lo que más se reclamó fue "Justicia", y uno se pregunta entonces a qué se referían. Porque la enorme mayoría de los marchantes comparte los frenos y el boicot a toda renovación y democratización de la Justicia en la Argentina. Se opusieron a las seis leyes sancionadas por el Congreso, mantienen estructuras y estilos del Siglo XIX, boicotean la integración de la Corte Suprema de Justicia (que de siete miembros pasó a sólo cuatro, y dos de ellos cada vez más cuestionados: el casi centenario Fayt y el gelatinoso presidente Lorenzetti). Y así han logrado que la administración judicial argentina sea, hoy, ineficiente, lerda, clasista, acomodaticia, formalista y seguramente más corrupta que nunca antes. Bueno, lo que más se pedía en la marcha era "Justicia". ¿Cuál?

Otra consigna que repetían los manifestantes —la mayoría gente bien, gente de pro como se decía antes a las personas tranquilas y cumplidoras, ahora furiosas y apenas contenidas— era "Basta de impunidad". Curiosa, inexplicablemente se lo reclamaban al gobierno que ha impulsado consistentemente más de 1.000 juicios por causas de lesa humanidad, quebrando así la impunidad de que gozaban miles de militares, policías, empresarios y sacerdotes. Y que llevó a la cárcel a Videla, Massera, Menéndez y centenares de genocidas y apropiadores del autodenominado "Proceso". Bueno, lo otro que más se reclamaba en la marcha era acabar con la "impunidad".¿Cuál?

Casi todos acusan al gobierno nacional —como hoy es moda—de ser "una Dictadura" y reclamaban por la "Libertad de Expresión". Curiosísimo era ver tal protesta antidictatorial en una manifestación multitudinaria en la que no había peligro alguno de represión, y con todos marchando en ejercicio de una libertad de expresión absoluta, como jamás antes disfrutó generación alguna en este país. Y otro epíteto a la moda también acusatorio era "Régimen". ¿Cuál Dictadura, cuál Régimen, cuál Libertad de Expresión?

Y por supuesto, la "Corrupción" como cereza en la crema. Se resisten a los cambios en la SIDE, ese paraíso del espionaje, el secreto y la mentira, formas corruptas por esencia. En las redes sociales y en los viles comentarios de los odiadores de pasquines, y en Féisbuc y en el viscoso Tuíter, utilizaron, antes y después de la marcha, el vocablo "corrupción" hasta el hartazgo. Como si fueran, tan luego ellos, Cruzados de la Transparencia Republicana. Habría que ver cuántos marchantes, cuántos jueces y fiscales, cuántos presidenciables y cuántos dirigentes políticos y sindicales del 18 tienen los calzones y las cuentas limpias, ya no hablemos de sus conciencias, que muchos capaz que ni la tienen. Así es la lógica del corrupto, como nos enseñaban de niños: para el corrupto y el ladrón, todos son de su condición.

Pero ahora hacen de ese vocablo, bandera. Con la que llenan de sospechas a la ciudadanía decente, y sobre todo a los que no somos kirchneristas tiempo completo ni mucho menos soldados K. Vuelan acusaciones de acomodos y supuestas dádivas, de prebendas y salarios ocultos del poder. Nos tocan diariamente esas infamias y tenemos que andar esclareciendo las cosas incluso ante amigos y colegas que hoy pisan otras veredas. Y ante quienes debemos humillarnos para aclararles que ningún centavo de nuestras casas se originó jamás en otra fuente que el trabajo. Y además tienen las entendederas cortas. No pueden comprender que lo que uno dice y escribe es lo que uno piensa.

Hace dos semanas escribí que el Sr.Stiuso iba a mentir, incluso por profesionalismo. Miren sus declaraciones ante la Fiscal Fein: cuatro páginas para no decir nada de 42 años de servicio y 20 de ellos ensuciando la causa AMIA e incluso al pobre Nisman. Insustancial y evasivo, típico nosabe-nocontesta, también en la fiscalía habló en secreto y se fue del país de inmediato. De esa corrupción, en la marcha no se escuchó ni un suspiro.

Lo más descorazonador es que esas buenas almas no se dan cuenta de sus nobles preocupaciones confundidas, y así se preparan para votar en Octubre a Massa, Macri, Binner, Sanz o Cobos, a quienes no se les cae una palabra de lo que van a hacer si llegan—Dios no lo quiera— a ser presidentes de esta nación.

No hablan de sus planes económicos. No dicen que van a recortar empleos y bajar salarios y jubilaciones como hicieron Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy cuando rebajaron el 13%. No dicen que van a volver a privatizar y tercerizar y malvender el patrimonio nacional dejando en la calle a millones de argentinos. Y no se avergüenzan cuando dicen, como Macri, que hay que pagar todo y ya a los fondos buitres.

Y es que decir las palabras significantes sería para ellos sinceridio político. Por eso siguen mintiendo. Corrompiendo las palabras. Mientras organizan, de la mano de sus marionetistas, otras marchas dizque republicanas. Las que todavía veremos.•


miércoles, 18 de febrero de 2015

LECTURARIO # 35. Noguera, Fogwill, Garcés, Lojo


• Quiero rendir un homenaje a Carlos Noguera (1943-2015), novelista, editor y amigo que acaba de fallecer en Caracas, siendo presidente de la Editorial Monte Avila, la más importante de Venezuela desde hace décadas.
            De su obra dijo Judit Gerendas, que es la académica más reconocida del hermano país: "En la literatura venezolana existen muchas líneas, muchas divergencias, una heterogeneidad inevitable y necesaria, una riqueza valiosa. Hay en esta literatura nostalgia y desarraigo, humor e ironía, y subversión y cuestionamiento de los valores (...) Una de las novelas más interesantes que se han publicado en Venezuela en la década del noventa, "Juegos bajo la luna", de Carlos Noguera (...) renueva significativamente a la narrativa venezolana actual. En la fluidez y el desparpajo de este texto se materializa el don de narrar de un escritor maduro, capaz de hacernos sentir su propio placer de contar (...) Se trata de la historia de unos adolescentes cuyo devenir vital no se observa con una mirada transida de nostalgia; todo lo contrario, se ha producido un espacio para permitir desplegarse el humor juvenil de los personajes, su espíritu de guasa, material tratado por el narrador con un humor a la vez agudo e intelectual y, al mismo tiempo, cargado de ternura y de una suave ironía (...) A partir de la constante universal que caracteriza a los adolescentes, a saber, el intenso deseo de pertenecer a un grupo en el que se postula como uno de los valores más altos el de la amistad, tiene lugar el transcurrir vital de estos muchachos caraqueños, para quienes el sentimiento fraterno constituye el espíritu dominante. Representan a un sector de la juventud (... que) más que objetivos políticos o éticos, se propone el fin estético y cultural de combatir la cursilería".
            Carlos Noguera fue el introductor de mi obra en Venezuela. Editó para Monte Avila mi libro de cuentos más popular, titulado "Luminoso amarillo y otros cuentos", y también mi novela "Santo Oficio de la Memoria" en una edición preciosa y de notable circulación. Hace unos años me visitó en Resistencia, donde todavía algunos recuerdan su brillante exposición en el Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura. Que esté bien en el viaje que ha emprendido.

• Leo, después de años de resistirme, "Muchacha Punk", de Rodolfo Enrique Fogwill (1941-2010). Una buena nouvelle, que resiste airosa el paso del tiempo y para mí es mejor incluso que su más conocida "Los Pichiciegos". La resistencia que declaro, por cierto, obedece a comentarios públicos muy desagradables que él me dispensó hace años. No entro en detalles ahora por pura discreción. Sólo diré que siempre lo consideré un escritor muy interesante por encima de sus groserías y su desesperada necesidad de sobresalir construyendo su propio mito. Esas cosas, en literatura, sólo empequeñecen. (Mini letras, Kliczkowski, España).

* Leo también "Hacete hombre", del joven y talentoso Gonzalo Garcés (1974). Un texto que desde lo narrativo remite a lo autobiográfico, en onda psicoanálisis y parricidio, con buen humor y elegante escritura. No es un libro para todo el mundo, ni es lo mejor de GG, quien fue precoz autor de una interesante novela, "Los impacientes", que en 2000 o 2001 recibió el Premo Biblioteca Breve en España. Pero quizás este libro, como suele sucedernos a muchos, corresponde a una etapa de la vida de este narrador. Del que mucho se hablará todavía. O al menos yo lo leí desde esa perspectiva. (Marea Editorial).

• "Todos éramos hijos" es el título de la última novela de la notable y prolífica narradora María Rosa Lojo (1954). Además académica y periodista, en mi opinión es autora de una de las mejores novelas históricas de la Argentina contemporánea: "La pasión de los nómades" (creo que de 1997 o 98) en la que narra a un Lucio V. Mansilla maravilloso, en un texto que dialoga con inteligencia, saber y sabor con "Una excursión a los Indios Ranqueles".

      Hay otros libros de Lojo que también aprecio mucho, como las narraciones breves de "Historias ocultas de la Recoleta" y la conmovedora novela "Finisterre" (2005) sobre la inmigración gallega a nuestro país. Por eso Lojo, precisamente de familia gallega y ya multipremiada por su sólida obra literaria, junto con Rodolfo Alonso representa lo mejor de la cultura gallega arribada a estas tierras. Y ahora aparece nuevamente esa "galleguidad" —si me permiten el neologismo— en esta novela "Todos éramos hijos". Una historia que no me deslumbró como otras de esta autora, quizás porque narra segmentos de la vida nacional que yo conozco y he vivido: la tragedia de una generación idealista, pletórica de jóvenes que protagonizaron los años 70, en este caso (este texto) desde una perspectiva de lo que se llamó la Teología de la Liberación. La novela sigue a Frik, una chica de férrea y clásica educación católica de comienzos de los 70, en su derrotero de amistades, amor, lecturas, teatro y sueños en el paso de la débil democracia previa al golpe de estado de marzo de 1976 a la feroz dictadura criminal que siguió. Un libro que recomiendo sin dudas para jóvenes lectores/as, sí que también lleno de piedad y comprensión pero no por ello complacencia. Un libro que conmoverá a más de uno/a, y que prologan Adolfo Pérez Esquival y Graciela Fernández Meijide. (Sudamericana).

domingo, 15 de febrero de 2015

EN CARNAVAL, EL CIRCO Y LA CONSTITUCION

Mi artículo de hoy Domingo en The Buenos Aires Herald:

http://buenosairesherald.com/article/182040/carnival-circus-and-the-constitution

Y la versión en Castellano, en Página/12:

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-266248-2015-02-16.html


En Carnaval, el Circo y la Constitución

En un manifiesto publicado esta semana con el gran dramaturgo nacional Tito Cossa a la cabeza, algunos ciudadanos sostuvimos una posición diferente ante la convocatoria de cinco fiscales porteños a marchar el próximo 18 en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman.

El oportunismo político opositor y mediático que rápidamente se montó sobre la idea (o la tuvo, quién sabe, pues quizá los cinco fiscales sólo fueron ejecutores) exigía una respuesta que vastos sectores de la sociedad parecían esperar. Y así, sin alharacas y con absoluta discreción, se propuso manifestarse en favor de algo superior como es el estricto cumplimiento de la Constitución Nacional.

El llamado incluyó asumir el compromiso de cuidar la salud de la Democracia, el saneamiento profundo de la Justicia, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y el imperio de la Paz en la República. La respuesta fue asombrosa: en 72 horas decenas de miles de adhesiones provenientes de todo el país inundaron de emailes, llamados y simpatías las redes sociales, y los envíos no se detienen.

El golpe de estado, pensamos muchos, de todos modos está en marcha. De ahí el temor a que pueda haber provocaciones y desmanes el 18F. De ahí, también, la firme condena a toda forma de violencia, incluso la que se incita desde el terrorismo periodístico y televisivo imperante, que impulsa y estimula alocadamente a un minúsculo grupo de fiscales —desprestigiados casi todos, algunos con probados lazos con la dictadura y uno con el narcopoder— a seguir esmerilando las instituciones republicanas, ya muy dañadas luego de la frustrada "denuncia" del malogrado fiscal Nisman.

Todo indica que la anunciada marcha del 18F será numerosa, porque recogerá descontentos de todo tipo y en particular de las clases medias porteñas. A esa convocatoria se sumó, veloz y oportunista, toda la dirigencia política y sindical experta en violencias verbales y en servir a veces con más eficiencia a gobiernos e intereses extranjeros.
  
Sus furias tienen que ver con las frustraciones que les producen algunas conquistas sociales y laborales logradas en estos años. De hecho se fastidian ante cualquier cambio, por el temor a perder privilegios y oportunidades de negocios especulativos fáciles y rápidos. Y los molesta —estéticamente—la inclusión social y la tendencia al igualitarismo que es típica de todo gobierno peronista. Ni se diga de la defensa del patrimonio público, la independencia económica y la soberanía política, símbolos del actual gobierno.

El cual, es obvio, ofrece claroscuros y metidas de pata como ciertos excesos verbales de la Presidenta, la desdichada rotura de un diario por el Jefe de Gabinete y algunas defensas corporativas de funcionarios de dudosa moral. Pero en lo sustancial no se desvía de sus objetivos y viene cambiando económica y socialmente al país.

Por eso en la convocatoria al 18F confluirán, como sucede casi siempre, protestas genuinas con intereses perversos. En especial los del así llamado establishment, entendido por tal el conjunto de lobbies empresarios, sindicales y ahora judicial, al que siguen verdaderas hordas de asesores y economistas que durante décadas se aprovecharon del Estado hasta dejarlo exhausto como en 2001.

La muerte del fiscal Nisman, en ese contexto, sólo exige una investigación seria y honesta como la que parece estar haciendo la fiscal Viviana Fein, que puede ser acusada de hablar demasiado pero no de falta de mano firme.

En ese contexto la semana se cerró con la decisión del fiscal Gerardo Pollicita, quien —como para completar la media docena de fiscales todo servicio— retomó la "denuncia" que Nisman no concretó. El viernes (no casualmente el viernes, para que todo el fin de semana largo no se hable de otra cosa en los carnavales) decidió imputar a la Presidenta por presunto encubrimiento a Irán en el atentado a la AMIA de 1994. Curiosamente, no pidió indagarla, ni a ninguno de los demás imputados, el Canciller Timerman y otros funcionarios, porque eso no es lo importante para él o sus presuntos mandantes.

Lo importante es la enorme repercusión en la prensa mundial, que no ha dicho una palabra sobre el absurdo jurídico que es saltarse un mandato constitucional absoluto: ningún presidente puede ser llevado a los tribunales porque gozan de lo que antiguamente se llamaba inmunidad mayestática. En cambio, sí se los puede llevar a Juicio Político, único modo de destituirlos. Esto es así en la Constitución Argentina, como la de los Estados Unidos y de una larga lista de países.

La pregunta entonces es obvia: ¿Tanto Nisman en vida, como ahora Pollicita, ignoraron tan groseramente la Constitución? La respuesta es NO. Pollicita lo sabe perfectamente, como también sabe que no hay acusación seria para llevar a juicio político a CFK. Pero eso parece tenerlo sin cuidado, como a quienes sólo buscan deteriorar aún más la imagen presidencial.

La decisión de aceptar o no tal dislate jurídico (uno más) estará en manos del juez Daniel Rafecas. El cual, si descarta este absurdo, como debería en Derecho, será despedazado por el sistema de medios desestabilizadores.

Por su parte, la Procuración del Tesoro de la Nación, que representa al Estado, aportó esta misma semana documentos probatorios de que en absoluto hubo conductas inadecuadas ni delictivas por parte del gobierno nacional.


Así vive hoy la república estos carnavales en los que, patéticamente, el circo de los desestabilizadores continúa. Por fortuna en el interior, en la Argentina profunda, todo es diferente y para nada el país real comparte la locura inducida que se vive en la Ciudad de Buenos Aires. •

martes, 10 de febrero de 2015

Manifiesto por la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República

Ante la convocatoria de algunos fiscales para el 18F, y el oportunismo político opositor, llamamos a firmar y divulgar este manifiesto

Por la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República

Los abajo firmantes, argentinos y argentinas del campo intelectual, artistas, científicos, profesionales de las más diversas actividades, nos manifestamos en favor del estricto cumplimiento de la Constitución y por la salud de la Democracia, el saneamiento profundo de la Justicia, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y el imperio de la Paz en la República.

Nos manifestamos en contra de toda forma de violencia. Incluso la aparentemente sutil y subliminal, como la que se incita desde el terrorismo periodístico disimulado, la financiera, la empresaria y/o cualquier otra.

Repudiamos todo intento de desestabilización institucional, y exigimos que se cumplan las leyes, todas, sin chicanas ni cautelares como las que es costumbre político-judicial disponer en beneficio de los poderosos, sean personas o grupos empresariales.

Rechazamos la parodia democraticista de un pequeño grupo de fiscales, desprestigiados casi todos, apadrinados por los medios hegemónicos en la convocatoria a una marcha a todas luces sectaria y provocadora. Y rechazamos también el siempre renovado oportunismo de dirigentes políticos capaces de todo tipo de inconductas y servilismos a gobiernos extranjeros, y a irritantes violencias verbales.

La República Argentina necesita seguir trabajando en Paz, para avanzar aún más en las conquistas sociales y laborales ya logradas, la inclusión social, la defensa del patrimonio público, la independencia económica y la soberanía política que la ciudadanía ha recuperado después de la crisis terminal de 2001 y 2002.

Exigimos una investigación seria y honesta sobre la muerte del Fiscal Alberto Nisman. 

La designación de una Corte Suprema de Justicia completa, como manda la Ley.

Una transformación democrática y profunda de las estructuras de inteligencia. 

En la República Argentina, a 10 de Febrero de 2015. 

No a la mentira y el uso político de la muerte de Nisman.
No al golpe "suave".
Más democracia, Más Justicia.


Firman: Roberto Tito Cossa, Emilce Moller, Laura Conte, Mempo Giardinelli, Verónica Piccone, Alejandro Mosquera, Fortunato Mallimaci.
Adhirieron hoy mismo más de mil intelectuales, artistas, profesionales y abogados y fiscales y jueces. Está todo circulando en las redes sociales. En FB: https://www.facebook.com/pages/Manifiesto-por-la-Constituci%C3%B3n-y-la-Paz/1411608759139307?ref=hl
Y siguen las adhesiones, que se reciben en: manifiestoporlaconstitucion@gmail.com