No sé si a ustedes les pasa,
pero cada vez que yo viajo —y viajo mucho— a la hora de preparar mi valija me
enfrento a la trabajosa decisión de escoger los libros que me acompañarán
durante la travesía. Deben ser uno o dos y no muy pesados, porque además en
congresos, ferias o universidades necesariamente se intercambian libros con
colegas y eso me provee lecturas no programadas. Lo cierto es que en mi
equipaje de mano y junto a mi computadora, suelo llevar apenas uno o dos libros
que sé que querré leer durante el periplo.
En mi último viaje de trabajo, durante dos semanas visité
Lisboa, Salamanca, Bolzano y Roma, y en hoteles, trenes y aviones devoré
algunos libros que resultaron ser estupendos.
• En primer lugar terminé "Sociedad
Negra", de Andreu Martín (RBN Editora). Una verdadera novelaza del maestro
catalán del género negro, que me la envió (imperdonablemente sin dedicar) con
un amigo común, y en la que hace gala de un conocimiento profundo de cómo
operan hoy las llamadas "mafias chinas" en Barcelona y en el mundo. La
novela es apasionante, y no sólo para aficionados al género negro. Para mí, aquí
el autor lo trasciende al componer una novela cervantina, diría yo, una épica llena
de acción y peripecia, visión política, interés social y encanto, y está
escrita como escribe Andreu, con sabiduría y gracia. La trama ha sido
magníficamente urdida, sin golpes bajos y con un inmenso trabajo autoral de
documentación.
Leí esta novela apasionadamente en cuatro noches y la
terminé, como he dicho, en el vuelo de doce horas entre Buenos Aires y Madrid,
sin poder despegarme de esa cosmovisión chino-catalana que yo ignoraba por
completo. Y que tiene, para mí, un único, minúsculo error de información: la
República de El Salvador y los grupos llamados "maras" no son
sudamericanos; son centroamericanos.
Como sea, "Sociedad negra" es una novela
magistral e inolvidable por amena, interesante e imposible de abandonar. Esa clase
de lecturas que te mantiene enganchado durante días, en los que no podés soltar
el libro en el colectivo, el subte, la cola en el banco o donde sea. No será
fácil conseguirlo en Argentina, pero igual búsquenlo, pídanlo a España, no se
lo pierdan.
• En Lisboa me encontré
inesperadamente con el narrador peruano Santiago Roncagliolo, a quien no
conocía en persona. Buen conversador, agradable y mundano, y lector avezado, de
entrada me soltó un "Soy uno de tus fans desde hace mucho" que tuvo,
para mí, un doble sonido: el obvio halago por un lado; y la constatación de que
pertenezco nomás a la categoría de escritor veterano. Naturalmente intercambiamos
libros, como es de estilo entre colegas, y lenta y rigurosamente me adentré en su
notable "El amante uruguayo. Una historia real" (Punto de lectura),
que es un libro interesantísimo desde varios puntos de vista.
Parece ser la historia de amor entre Federico García
Lorca y el escritor uruguayo Enrique Amorim, pero es mucho más que el revelado de
una relación íntima entre dos varones, lo que en aquellos tiempos era
socialmente condenable. En realidad lo que hace Roncagliolo magníficamente es la
exhaustiva biografía de Amorim, un millonario excéntrico y contradictorio que
fue, al parecer, una especie de escritor de segunda categoría, insincero trepador
todo-terreno y perdido enamorado del poeta andaluz.
Pero además el libro recrea una etapa inigualable del
arte del Siglo XX, protagonizada por figuras como Neruda, Picasso, Aragón,
Borges y tantos más, todos los cuales estuvieron vinculados, de un modo o de
otro, con el enorme poeta granadino y con el oportunista escritor uruguayo. Santiago
Roncagliolo, notable narrador peruano, logra en este libro una estupenda
combinación de narrativa, periodismo e investigación histórico-política.
Por cierto, y permítanme la digresión, es notable lo
inspiradora que sigue siendo la temporada que García Lorca pasó en Buenos Aires
poco antes del inicio de la Guerra Civil española. En primer lugar, recuerdo la
magnífica novela de Reina Roffé "El otro amor de Federico" (Plaza
& Janés) que leí hace un par de años cuando aún no había empezado este Lecturario en mi blog. Conozco también varios
trabajos doctorales en los Estados Unidos, como el de Pedro Larrea Rubio, de la
Universidad de Virginia, ("FGL en Buenos Aires"), universidad ésta
donde por muchos años hizo docencia el más grande lorcólogo contemporáneo (si
se me permite el neologismo), mi querido amigo y maestro Javier Herrero, hoy jubilado
profesor de esa universidad pero activísimo lector e investigador de la vida y
la obra del gran Federico.
• En Salamanca, mi amiga
Mariángeles Pérez López me regaló "Materia y sombra. Poesía
completa", de Julio Vélez. Una edición hermosa y muy bien cuidada de la
obra de Vélez, poeta andaluz nacido en 1946 que fue profesor de la Universidad
de Salamanca durante apenas dos años, pues falleció en 1992 a los 46 años de
edad. Durante el regreso leo el libro con disciplina y atención. Era un poeta
talentoso, Vélez, lorquiano y andaluz hasta la médula, todo tensión y ardor
amoroso a cada verso. El extenso libro me resulta, sin embargo, un tanto
fatigoso. Como que no termina de conmoverme. O quizás ha sido el viaje, que
acaba al llegar a Resistencia con este libro en mis manos dormidas.
El mejor remedio al problema de los libros en viaje es el ebook: no pesa nada, se puede llevar una infinidad de libros. Claro que es improbable que puedas conseguir ediciones del tipo de libros que mencionás en tu blog, pero a cambio hay libros que son inconseguibles hoy en impreso.
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