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jueves, 29 de octubre de 2015

DECLARACION para mí IMPORTANTE

Mi papá decía que las personas decentes no tienen necesidad de demostrar que lo son, porque se supone que sus vidas son transparentes. 

En la polucionada vida política argentina de estos tiempos aquella enseñanza de mi viejo, que cumplí a rajacincha toda mi vida, parece cuestionada ahora por mi labor periodística. Las acusaciones insostenibles que recibo en diversas cloacas mediáticas, junto con groserías y vulgaridades, me obligan entonces a declarar taxativamente, para quienes sé que me quieren y valoran y respetan, que: a) jamás en mi vida recibí ni un centavo que no me correspondiese por mi trabajo; b) que no estuve jamás ni estoy ahora al servicio de poder alguno, ni político ni económico; c) que mis ideas podrán estar equivocadas, pero son mías y solamente responden a mi pensamiento. Yo digo y escribo lo que pienso, y vivo como pienso. 

Por eso la única vergüenza que siento, y mi padre reprocharía, es por tener que escribir públicamente esto. •

miércoles, 28 de octubre de 2015

ELECCIONES PRESIDENCIALES: LO QUE HAY Y LO QUE VIENE

Éste es el artículo que mandé el lunes pasado al diario Página/12. Seguramente saldrá esta semana pero aquí lo adelanto. Gracias.

Para Página/12

Lo que hay y lo que viene

La democracia es así, y ésa es su maravilla: una enorme decepción domina a casi la mitad del país; una inmensa alegría gobierna a la otra casi mitad. Y algo más de un 20% del electorado se da cuenta de que tiene el destino del país en sus manos. Ni drama ni locura, ni bueno ni malo; democracia en estado puro.

O sea, es lo que hay, y en cuatro semanas más y con la misma disciplina cívica, la ciudadanía decidirá si los próximos cuatro años quiere ser gobernada por el Sr.Scioli o el Sr.Macri.

Claro que en opinión de esta columna el primer sector —del que formo parte— tendrá que revisar profunda y sinceramente todo lo que hizo mal. Que no fue poco y que ya algunos amargos, agoreros, solitarios con pretensiones de iluminados y críticos permanentes —como se nos suele bautizar— lo hemos venido señalando. 

Quizás no hay mucho más para decir, pero no sobra recordarlo una y otra vez: el mismo kirchnerismo que supo establecer los mejores logros de estos doce años (recuperación de la soberanía política y económica; vigencia de los Derechos Humanos y ampliación de los Civiles; políticas de inclusión social, empleo y previsión; gran infraestructura educativa y consistente desarrollo en ciencia y tecnología, y mucho más) erró sin embargo en ítems también fundamentales: desdeñó las necesarias políticas de transparencia que toda democracia exige; su política ambiental fue desastrosa; su incapacidad de diálogo político y tejido de alianzas quedó expuesta desde la muerte de Néstor; y la frutilla del postre fue el dedazo de la Presidenta imponiéndonos un candidato que ni a ella le gustó jamás.

Es duro, pero es necesario repetirlo. Esta columna no tiene que inventar nada al respecto porque lo sostiene desde hace meses y puede reiterarlo ahora con autoridad: este gobierno —al que adherí con lealtad y absoluto desinterés— empezó a suicidarse cuando canceló la elección interna por vía de las PASO llamando a un hipotético "baño de humildad", y en cambio designó a dedo a un candidato desangelado y muy resistido, al que el domingo muchísimos votamos llenos de dudas y endebles esperanzas.

Por supuesto, todo demócrata y pacifista convencido hace un culto del respeto al voto mayoritario, y éste es el caso. Pero todo resultado electoral es opinable y entonces a uno puede parecerle lamentable que tanta ciudadanía haya decidido votar en favor de lo que muchos juzgamos un "cambiemos" miserablemente mentiroso, que está cantado que significará un enorme retroceso en términos políticos, económicos, sociales, culturales, educativos, morales, de Derechos Humanos y de Derechos Civiles.

Uno puede pensar también que muchos compatriotas votaron una vez más a los verdugos, los explotadores, los corruptos y los que embrutecen y engañan con música y globitos. Y se podrá debatir por qué lo hicieron, pero el hecho es que lo hicieron y hay que respetarlo. Porque el voto es el voto y es de canallas y fascistas deslegitimar la voluntad ciudadana.

Por lo tanto, y puesto que la única verdad es la realidad, se debe aceptar y respetar lo votado anteayer, y enfrentar el porvenir inmediato con serenidad y sinceramientos. Cierto que puede ser tremendo y doloroso lo que viene, porque los intereses más retrógrados han demostrado ser muy fuertes en las urnas desde que cooptaron prácticamente a todo el sistema de partidos políticos de la Democracia. Cierto también que acaso estemos asistiendo al verdadero principio del fin de un período excepcional de conquistas democráticas y sociales como los argentinos no habíamos vivido jamás. Y cierto que muchos y muchas hubiésemos querido otro final.

Pero esto es lo que hay, y entonces, ante el ballotage que se viene, en opinión de esta columna lo que queda es ratificar el voto a Scioli-Zannini con absoluta firmeza y sinceramiento y a la vez, ojalá, con autocrítica. Esa rara avis de la pajarera argentina. 

Y si en la segunda vuelta se gana, habrá que redoblar las alertas ante propios y ajenos, y ser mucho más exigentes en la militancia. Y si se pierde, retomar las grandes, mejores banderas de estos años y no aceptar dedazos nunca más y horizontalizar de una vez la práctica democrática. •

viernes, 23 de octubre de 2015

Lecturario # 44 - Gorodischer, Forster, Andruetto, Peiró, Bernetti, Goldberg


* Una vez más entre mis lecturas destaca la obra, la nueva obra, de Angélica Gorodischer. En este caso una delicia de libro, diez cuentos magistrales de la autora rosarina, para mí —lo he dicho y lo repito— la más relevante narradora de nuestra literatura, que en estos relatos nos lleva de la mano por mundos femeninos impactantes, clásicos y contemporáneos, míticos y de infancia, todos sorprendentes y escritos con la prosa maravillosa que caracteriza a esta autora.
            El libro se titula "Otras vidas" y viene precedido por un estupendo prólogor de la también rosarina académica Graciela Aletta de Sylvas, de la Universidad Nacional de Rosario y seguramente quien mejor conoce y ha trabajado la obra de Angélica. El atractivo y delicado volumen fue publicado por Editorial Palabrava y el diario santafesino El Litoral. No se pierdan este libro, búsquenlo y después me cuentan.

* Recibo y hojeo en estos días una obra monumental, de las que viene publicando la Secretaría del Pensamiento Nacional a cargo de Ricardo Forster, intelectual notable, profundo y original que milita en lo que la historia argentina reciente designa como "kirchnerismo". Se trata de "Manifiestos Políticos Argentinos 1890-1956", una fenomenal antología de trabajos fundantes del pensamiento político en nuestro país.
            Déjenme que les mencione nomás el índice, en el que están las primeras proclamas obreras; el discurso de Leandro N. Alem al frente de la Revolución de 1890; el primer Manifiesto del Partido Socialista; resoluciones y proclamas de la FOA, la FORA, la UGT y otras organizaciones proletarias; el Manifiesto de la Unión Cívica Radical de 1916 y el discurso de Hipólito Yrigoyen al asumir la Presidencia de la República; diversas declaraciones fundacionales como la de FORJA, y el anuncio del voto femenino por Eva Perón en 1947; los documentos políticos del golpe de estado de 1955 que se autoconsideró "revolución libertadora" y hasta la carta que Ernesto Ché Guevara escribió desde México a su madre a propósito del derrocamiento de Perón, y también la impresionante carta que el General Juan José Valle dirigió a Pedro Eugenio Aramburu la noche antes de ser fusilado, en Junio de 1956.
            Este libro no tiene desperdicio; es una maravillosa clase documental de historia social y política. Lástima que es muy difícil de encontrar, y no sé cuántos ejemplares se hicieron. Pero si lo consiguen, no se lo pierdan. (Ministerio de Cultura de la Nación).

 * Leo a María Teresa Andruetto, ahora en sus reflexiones sobre la lectura plasmadas en un repertorio íntimo que tituló "La lectura, otra revolución". Se trata de un libro organizado en base a discursos y conferencias pronunciados por la más laureada escritora cordobesa de los últimos años y en diferentes ámbitos. Por encima de clichés, y en todo caso creando los propios, Andruetto reflexiona amable y a la vez profundamente sobre lo que significa leer y abrir puertas. (FCE-Fondo de Cultura Económica)

* Recorro "La narrativa paraguaya actual (1980-1995)", exhaustivo trabajo de José Vicente Peiró Barco, académico de Valencia, España, que se ha dedicado a la literatura del vecino país como nadie lo había hecho jamás. A lo largo de casi 900 páginas, el libro recorre en profundidad todo lo mejor que ha dado la literatura en prosa del Paraguay: Augusto Roa Bastos, Rubén Bareiro Saguier, Guido Rodríguez-Alcalá, Rodrigo Díaz-Pérez, entre otros, son revisados exhaustivamente a la vez que se recuperan trabajos críticos de académicos notables como Teresa Méndez-Faith y Juan Manuel Marcos. (UniNorte).

* Llega también a mis manos "La guerra de papel", de Jorge Luis Bernetti, un libro notable y con nutrida y precisa información acerca del rol de las Fuerzas Armadas en la democracia, y particularmente en los últimos años. El subtítulo lo declara: "Comunicación y Defensa en el kirchnerismo (2005-2007)".
            Bernetti es quizás el periodista que mejor conoce el tema, porque se desempeñó como Director de Comunicación del Ministerio de Defensa mientras estuvo a cargo de Nilda Garré, entre 2005 y 2010. Desde ese conocimiento de primera mano plantea en estas páginas el combate ideológico que se dio, y obviamente continúa, entre los diarios La Nación, Clarín y Ámbito Financiero de un lado, y el gobierno nacional del otro. Bernetti desarrolla su texto con rigor y agudeza pero sobre todo con información precisa, fundada y probatoria, lo que sorprenderá no sólo a los lectores interesados en la materia sino al público en general, y a todos aquellos que trabajan con ideas políticas y preocupaciones nacionales. (Centro Cultural de la Cooperación & Universidad Nacional de Quilmes).


* Leo una novela curiosa, que me llegó no sé cómo, y que me atrajo por su tema (la decadencia y derrumbe de una familia judía de la Argentina de las últimas décadas) y porque está escrita en una correcta prosa convencional. Se titula "La mala sangre" y su autor es Gabriel Goldberg. Más allá del título desafortunado, pues remite a la estupenda pieza dramática de Griselda Gambaro, de 1982, que ya puede calificarse de clásico argentino, y aunque es un texto por momentos excedido y agobiante, esta primera narración de Goldberg no deja de ser interesante. (Interzona).